-¿Qué destacaría tanto bueno como malo de estos 30 años de gobierno en Andalucía?

-El motivo de que los andaluces nos hayan votado estos años es porque hemos dado respuesta a sus necesidades, aspiraciones y esperanzas de tener certezas y derechos como una sanidad gratuita y una educación pública. Hemos modernizado los modelos productivos con un sistema de infraestructuras que ha favorecido el turismo tan importante para esta provincia. Lo malo es que tenemos que esforzarnos más por crear una cultura del emprendimiento y favorecer la concesión de préstamos para hacerlo realidad.

-¿Cree que Andalucía quiere o necesita un cambio?

-El cambio que quieren los andaluces es seguir este camino que hemos hecho y tener derechos en servicios esenciales y certidumbres en el empleo porque ahora lo que se ofrece es una dolorosa incertidumbre al poder despedir a los empleados sin causa. Es la reforma laboral más dura de la historia de la democracia y eso lo han hecho los que en Andalucía prometen un cambio.

-¿En estos 30 años de gobierno en Andalucía hay algún momento en el que hubiera visto justo que gobernara el PP?

-En democracia no hay justo o no justo, los ciudadanos con su voto individual y secreto nos dicen quién quieren que gobierne. Siempre he aceptado los resultados de las urnas y los ciudadanos son los que han decidido que gobernemos hasta ahora.

-¿Hasta qué punto piensa que el electorado del siglo XXI sigue creyendo en los tópicos de los que os acusáis un partido y otro?

-Eso que a lo que usted llama tópico, yo le llamo convicción ideológica y está más clara que nunca en este momento. La reforma laboral es el mejor ejemplo de quién cree en los derechos de los trabajadores y quién no. Esa ampliación de derechos que ha conseguido José Luis Rodríguez Zapatero en ocho años se la ha cargado el PP en tres meses.

-Pero pese a esas diferencias manifiestas que dice, ¿no es verdad que hay grandes coincidencias entre los programas de ambos partidos?

-Sí hay diferencias y yo no las veo mal, sólo que nosotros defendemos un modelo de sociedad donde esos elementos de garantía y protección de derechos de bienestar social tienen que tener una cobertura para buscar la felicidad de los ciudadanos.

-¿Cree en las encuestas?

-Nunca he criticado las encuestas, pero estoy convencido de que el día 25 los andaluces nos van a dar la posibilidad de seguir gobernando.

-¿Tiene la sensación de que Málaga está siempre a la sombra de Sevilla en cuanto a inversiones?

-Creo que es un debate superado y más cuando Málaga disfruta de un nuevo aeropuerto, la Ciudad de la Justicia, autovías, el campus universitario... Sin embargo, el PP nunca ha creído en Málaga. No quisieron hacer el soterramiento de San Pedro, ni que la Aduana ni el Campamento Benítez fueran para la capital y ningún ministro del Gobierno actual es de la provincia, mientras que con Zapatero Málaga tuvo a la ministra de Fomento que más inversiones ha traído. 

-¿Qué le parece entonces la Ley de Capitalidad?

-A mi me parece que estábamos bien como estábamos. Creo que Sevilla tiene unas ventajas y Málaga tiene otras. No me parece bien que haya que premiar a Sevilla por ser capital.

-¿Piensa que Málaga merece tener la sede de la Consejería de Turismo?

-Málaga tiene en este momento la Agencia Pública de Turismo y Deporte, el primer laboratorio turístico y el primer plan Qualifica de toda España se ha hecho en la Costa del Sol. Ése ha sido nuestro compromiso con el turismo en la provincia y no creo que con el PP la Consejería de Turismo vaya a venir aquí.

-¿Hubiera sido justo incluir a algún miembro del sector crítico en la lista que su partido configuró en la provincia para el Parlamento andaluz?

-Se presentó una lista con los diez más votados por las agrupaciones. Me parece bien que se respete ese derecho de participación porque es un derecho en el que todos hemos puesto mucho hincapié.

-¿Para reducir costes se plantearía agrupar la gestión de municipios?

-Donde podamos hacer reducción de gasto lo tenemos que hacer, pero no lo plantearía de esa manera. Hay que ser capaz de reducir los costes mancomunando servicios sin necesidad de agrupar los municipios. Aunque debemos estudiar seriamente la posibilidad de abaratar los costes en aquellas cosas que no repercutan en los ciudadanos.

-¿Qué piensa de Esperanza Oña como adversaria política?

-Una persona que ha ganado las elecciones en su municipio tantos años merece todo el respeto por mi parte. Ha hecho una buena gestión, pero pienso que los alcaldes deben dedicarse únicamente a la gestión de sus municipios porque en un momento de crisis se necesita una dedicación exclusiva.

-Como profesor de Historia y Geografía, ¿con qué parte de la historia se quedaría?

-Siempre el Renacimiento por lo que en aquel momento significó de cambio. Fue la época en la que surgió esa idea de aventura y superación y esa concepción del hombre como eje de todas las cosas, y eso me apasiona.

-¿Se plantea volver a ejercer la profesión en algún momento?

-Por supuesto que alguna vez volveré porque considero un privilegio dar clases de Historia.

-De todos los cargos que ha asumido en su trayectoria política, ¿de cuál guarda mejor recuerdo?

-Para aquellos que hemos hecho de la igualdad mi patria, todos son igual de importantes porque al final lo que intentas es poner tus conocimientos e inteligencia al servicio de una causa común.

-¿Y la peor etapa puede ser la que le tocó vivir con Jesús Gil?

-Sin lugar a dudas por la imposibilidad que teníamos ante las denuncias de Gil.

-¿Qué persona le ha marcado más en todos estos años?

-Muchas. Llevo 30 años militando en el partido y me llevo muchos amigos.

-Si su partido gana, ¿le gustaría repetir como consejero de Turismo o prefiere otra función?

-Eso es una decisión del presidente y da igual lo que uno piensa. Lo que sí puedo decir es que es un privilegio encabezar la lista de Málaga.