Pasado el puente del Pilar, la próxima fecha marcada en rojo en el calendario festivo es el 1 de noviembre, cuando se celebra Todos los Santos, jornada en la que junto con el día posterior (Fieles Difuntos) es costumbre visitar a los seres queridos que descansan para siempre en los cementerios. Época de limpieza de lápidas, que son adornadas con flores como manera de honrar a los familiares que ya no se encuentran entre nosotros. Una estampa muy habitual en el camposanto sevillano y que este año, a consecuencia del Covid, se verá alterada tras dar a conocer la Junta de Andalucía las recomendaciones establecidas para esta tradición. 

El consejero de Presidencia, Elías Bendodo, se ha encargado este martes de detallarlas. Se trata de indicaciones que parten de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Familias y que tienen en cuenta, además, que este año el puente es de tres días, ya que al coincidir el 1 de noviembre con domingo la festividad se traslada al lunes 2. 

La principal recomendación que se realiza a los ayuntamientos es la de ampliar el horario de visitas de los cementerios. No sólo el 1 y 2 de noviembre, sino también las jornadas anteriores, cuando numerosas familias acuden a los camposantos a limpiar los nichos, tumbas y panteones. También son bastantes los trabajadores a los que se les encomienda esta tarea por parte de los dueños de los enterramientos, para que se encuentren en perfecto estado para la festividad de Todos los Santos. El Ayuntamiento de Sevilla suele ampliar el horario de apertura del Cementerio de San Fernando en esta época del año, una medida que puede verse incrementada por las circunstancias actuales.

Aparcamientos sin aglomeraciones

También se aconseja que los aparcamientos adyacentes se organicen de manera que no se originen aglomeraciones de personas, para lo que resulta esencial la colaboración de la Policía Local, una labor que ya venía realizando años atrás en la capital andaluza. También es costumbre reforzar la línea de autobuses de Tussam que tiene parada en el camposanto.

Pero lo que deben tener en cuenta los visitantes del cementerio para ese puente son las medidas que podrían tomarse dentro del recinto. La Junta recomienda que los grupos no superen las cuatro personas y que pertenezcan a un mismo núcleo familiar. De igual modo, el tiempo máximo de permanencia en el camposanto no debe exceder los 30 minutos. Para garantizar la distancia entre los visitantes, se aconseja que haya una persona por cada cuatro metros cuadrados accesibles. 

Con el objetivo de evitar cruces y aglomeraciones, el Ayuntamiento habilitará un circuito de entrada y salida, como ocurre en otros edificios y espacios públicos. 

No deben usarse las fuentes públicas de agua

Quienes acudan a limpiar las sepulturas deben llevar el agua desde casa, ya que las fuentes y puntos de abastecimiento dentro del cementerio concentran un alto riesgo de contagio. El Ayuntamiento deberá colocar numerosas papeleras en las que arrojar los residuos que generen dichas labores y dispensadores de gel hidroalcohólico, especialmente en la entrada y salida, así como en los puntos de mayor tránsito. Habrá también personal encargado de vigilar el cumplimiento de estas indicaciones y de que no se lleven a cabo conductas que supongan una amenaza para la salud pública. 

El Ayuntamiento de Sevilla estudia ahora estas recomendaciones para elaborar un plan propio con el que articular las visitas al Cementerio de San Fernando el 1 y 2 de noviembre, así como los días previos. En Córdoba, por ejemplo, este martes se ha iniciado el plazo para la reserva de visitas a los cementerios de la ciudad califal desde el 15 de octubre al 15 de noviembre. La reserva sólo permite la entrada de una persona, para lo que se contará con vigilancia personal. 

La festividad de Todos los Santos es una de las fechas clave para las floristerías, un negocio que puede verse bastante perjudicado este año con las restricciones en el cementerio, motivo por el cual algunas patronales de la flor cortada han pedido que se facilite el acceso de las personas a los camposantos para que puedan llevarles flores a sus difuntos y, así, mejorar las cifras de una actividad bastante mermada por la pandemia, que ha obligado a suspender las procesiones y aplazar, en muchos casos, las bodas.