Andalucía

Los grandes hospitales andaluces se quedan sin enfermos de Covid en las UCI

  • En los últimos días han sido dados de altas pacientes que estuvieron hasta 80 días en cuidados intensivos

Una imagen de Granada en los peores días de marzo pasado.

Una imagen de Granada en los peores días de marzo pasado. / EFE

La mayor parte de los grandes hospitales andaluces, los considerados de referencia, ya no tienen pacientes de Covid ingresados en las UCI. En el momento más grave de la pandemia, hubo cerca de medio millar de pacientes en cuidados críticos, pero ahora sólo quedan 14 personas. Los escasos remedios terapéuticos que se tienen, hasta ahora, para los casos más graves ha provocado estancias de hasta 80 días.

En Sevilla, ni el Virgen del Rocío ni el Macarena ni Valme tienen ingresados en las UCI, mientras que en Málaga sólo hay dos en el Clínico Universitario. En el de la Costa del Sol ha salido esta semana un paciente que llegó a estar 86 días en intensivos. El Puerta del Mar de Cádiz también despidió la semana pasada a un paciente que estuvo 74 días, entre la UCI y el tiempo de planta. En Almería no hay, mientras en Granada quedan pacientes en el Virgen de las Nieves y el de Motril. Tampoco hay en el Reina Sofía, que es el gran hospital de Córdoba.

La aparición de trombos y la tormenta de citoquinas han sido las dos consecuencias más graves de la enfermedad provocada por el SARS-Cov-2, dos complicaciones de las que apenas había información cuando a principios de marzo se desató la epidemia en España. La mayor parte de estos pacientes graves han necesitado oxígeno y ventilación mecánica durante estas estancias en las UCI. A la salida, después de tan largas estancias, los pacientes tienen que recibir rehabilitación porque muchos de ellos no pueden ni caminar debido a la atrofia muscular

Es el caso de Francisco Espada, que todavía camina con lentitud debido a la atrofia muscular provocada por la falta de movilidad durante los 81 días que permaneció ingresado en el Hospital HLAEl Ángel , de Málaga, a cuentas del coronavirus. Y también, a causa de la medicación necesaria para que no rechazara el respirador.

A sus 62 años, Paco estaba sanísimo. Hacía ejercicio a diario y trabajaba como docente en el colegio Las Flores, de la capital. Pero a mediados de marzo empezó a sentirse “griposillo”. El día 17 de ese mes acudió al hospital El Ángel. Quedó ingresado. Un par de jornadas después, se ahogaba. Los facultativos que lo atendían decidieron llevarlo a la UCI.

 

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