Andalucía

Se busca un buen producto turístico

  • La originalidad se suma a la calidad, la formación y las empresas capaces en el futuro de el sector.

Un buen recurso turístico no necesariamente es un buen producto turístico. Tenemos una excelente materia prima en Andalucía, naturaleza, clima, patrimonio, experiencia, calidad, pero tenemos que traducir eso en cada caso en un buen producto concreto. Para crecer, detrás de cada caso concreto tiene que haber una empresa dispuesta a llevarlo a cabo. Es tan importante la iniciativa que incluso cuando es muy acertada se inventa un buen producto de la nada.

El secretario general de Turismo de la Junta, Vicente Granados, cuenta un caso en el estado norteamericano de Nevada. Un artículo del Washington Post estableció que la carretera de Reno a Las Vegas por el desierto era la más solitaria de Estados Unidos y una empresa lanzó un producto simple: la aventura de recorrer la ruta menos transitada del país, con eventos como montarse en camellos traídos de Marruecos, culminados con una camiseta, un diploma y una copa al final del recorrido. Resultado: dos millones y medio de visitantes en un año. Granados ha participado la semana pasada en la celebración internacional del Día Mundial del Turismo en la localidad grancanaria de Maspalomas. Allí, en una mesa redonda organizada por la Asociación de Periodistas Europeos, Francisco Suárez Álamo, director del diario Canarias 7, puso un ejemplo parecido, aunque non nato: cuando se produjeron el año pasado las erupciones de un volcán en el mar de la isla de El Hierro, se hundió el habitual turismo de submarinismo, nadie organizó viajes para contemplar este fenómeno de la naturaleza, como un producto turístico único. Tan atractivo habría sido, que se pusieron de moda, como souvenir, las piedrecitas de lava solidificada que salían a la superficie. El presidente canario Paulino Rivero, le regaló una al Príncipe Felipe en Fitur en enero, como un presente singular. 

El turismo goza de buena salud y mejores perspectivas. En el mundo se ha tardado siglo y medio en alcanzar los mil millones de turistas anuales, que se conseguirán este año a mediados de noviembre. Pero la progresión es tan grande, en particular gracias a los países emergentes, que en las jornadas de Canarias algunos participantes indicaron que se puede conseguir duplicar esa cifra en ocho años. Se cita ese objetivo de dos mil millones para 2020, aunque en las proyecciones que tiene la Consejería de Turismo de Andalucía la expectativa se queda en 1.800 millones. Ambas previsiones están dentro de la horquilla que resulta de aplicar un crecimiento anual de entre el 2% y el 4%, que es el cálculo que hace la Organización Mundial de Turismo.

La OMT es la única agencia de Naciones Unidas que tiene sede en España, en Madrid en concreto. El secretario general de la OMT, el jordano Taleb Rifai, señala que Europa es el origen o destino de más de la mitad del turismo mundial. Lo que quiere decir que es un mercado maduro. Sin embargo los vecinos mediterráneos han conseguido progresiones excelentes: Rifai destaca cómo Turquía ha pasado en sólo diez años del puesto 17 al sexto en la clasificación mundial. La previsión de crecimiento de turistas en la cuenca mediterránea para el horizonte 2020 es de 25 a 30 millones de visitantes más que ahora. Lo que es un aliciente para la potente industria andaluza.

¿Cómo atraer a este público nuevo y mantener a los clientes actuales? Granados señala tres ejes: calidad en el servicio, formación de la mano de obra y empresas capaces de diseñar productos concretos viables. Y Rifai subraya que el perfil del consumidor ha cambiado, que se han producido dos revoluciones en el sector. Una es la tecnológica. Hay destinos o productos tan accesibles por internet que dos tercios de sus clientes han hecho directamente sus reservas. En 2011, un 51,2% de los turistas que visitaron Andalucía utilizó internet para consultar, reservar o comprar algún servicio turístico directamente. Esta revolución tecnológica del viaje ha facilitado la globalización del turismo, con la incorporación de China, Rusia, India, Brasil y otros países emergentes, que explica la explosión del número de viajeros. Sólo China, por ejemplo, ha enviado este año 58 millones de turistas al extranjero. Y como destino se ha colocado tras Estados Unidos y Francia, desplazando a España del tercer lugar.

Este fenómeno de internacionalización mundial del turismo tiene otro beneficio colateral:  el estímulo del cambio democrático. El Príncipe Felipe, que presidió la jornada oficial de Maspalomas, lo destacó de manera diplomática en su intervención: "El turismo genera riqueza y puestos de trabajo, ocupa a 255 millones de personas en el mundo [se espera que pasen a 300 millones en 2020]; pero además es un poderoso instrumento de entendimiento entre culturas, un instrumento de concordia y de paz". 

La otra revolución de la que habla el secretario general de la OMT es la de los hábitos. Los viajeros quieren experiencias, como los camellos de Nevada o como la erupción del volcán submarino de El Hierro. Vicente Granados, en todo caso, sostiene que hay elementos clásicos que siguen teniendo una gran importancia en el destino elegido por un viajero. Por ejemplo, la seguridad. No sólo en los servicios; salud, alimentación o derechos del consumidor. También en la seguridad ciudadana o de retorno en caso de problemas personales o colectivos. Todo esto contribuye a la percepción de calidad de un destino como el andaluz que el año pasado atendió a casi 22 millones de turistas.

Hablando de productos concretos, la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, explicó que uno de las ofertas que se pretende promocionar España en el ámbito europeo es de la viajes para la tercera edad. Este es un terreno en el que se puede crecer mucho y compensar así el descenso de los nacionales, por los recortes presupuestarios. Se da la circunstancia de que se ha reducido en un 6% el montante para los viajes del Imserso en los Presupuestos generales del Estado para 2013, que se queda en 105 millones de euros. De las 900.000 plazas que se ofertan, casi 200.000 están en Andalucía, primera región en este capítulo, por delante de la Comunidad Valenciana y Baleares.

Esta actividad, que representa el 5% del PIB mundial, el 10% del PIB español y el 11% del PIB andaluz, ha experimentado en España un extraordinario auge del turismo ruso, con un aumento del 47%. Rusia no significa mucho en el turismo andaluz; entre julio y agosto llegaron 25.263 viajeros de aquel país, pero el incremento fue de un 25% respecto a los mismos meses del año anterior. Se quedaron en Andalucía una media de cinco días por persona.

Este turista se fija sobre todo en el precio y en el confort, por encima de aspectos medioambientales o de sostenibilidad que preocupan más a los viajeros nórdicos o centroeuropeos. Así lo dijo en Maspalomas Natalia Vorobieva, directora general de Natalie Tours. Pablo Lorenzo, directivo de Lopesan Hotel Group, sin embargo unió al binomio precio y confort el de la sostenibilidad. La eficacia energética es una de las preocupaciones de este grupo canario que considera que la sostenibilidad ya no es una moda, sino un componente de la calidad de su oferta.

En la misma mesa redonda sobre turismo y sostenibilidad en la que participaron Vorobieva y Lorenzo, intervino el secretario de Estado de Energía del Gobierno español Fernando Martí Scharfhausen. Explicó que de la misma manera que se pasó de los grandes ordenadores mastodónticos a los pequeños portátiles o tabletas que dan servicio personal, en los próximos años se va a pasar de los grandes aparatos de energía, como pueden ser las centrales nucleares a la micro energía renovable personalizada para cada servicio. Martí propuso el etiquetado de sostenibilidad de cada producto turístico para que el cliente pueda elegir, como hace con la agricultura  ecológica. Y expresó su deseo de que pronto se pueda conseguir que los aviones vuelen con biofuel.

Vijay Poonoosamy, directivo de Etihad Airways, de Abu Dabi, explicó que ya usan biocarburantes en los aviones. Jeff Poole, directivo de la IATA, apuntó que para 2020 se prevé que la mitad del combustible de los aviones sea de biocarburantes. Martí hizo una explicación técnica sobre el distinto rendimiento en los automóviles del bioetanol, que funciona, y el biodiésel, que falla. El canadiense Michel Lemay, presidente de una organización internacional de touroperadores explicó que el turismo causa el 5% del total de emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo. Pero sólo la aviación ya producía la mitad de esta contaminación.

Todos estos expertos consideraron que la reducción de las emisiones de los aviones es fundamental, sobre todo porque se pretende reducir en un 50% las emisiones globales para 2050. Lemay recomendó diversas medidas para conseguir este objetivo en la aviación: renovación de la flota, reducir la carga, reducir el consumo, una gestión más eficaz. Poonoosamy propuso una manera de ahorro para las compañías mundiales que nada tiene que ver con la sostenibilidad: un cielo único europeo. Poole se apuntó al campo de la simplificación y denunció un exceso de regulación en el campo de la aviación.     

El ministro José Manuel Soria auguró en Maspalomas un año turístico para España igual o algo mejor que el del año pasado, que ya fue muy bueno respecto al anterior. También dijo que el gasto también aumentará. Recordó que en agosto casi ocho millones de turistas extranjeros visitaron España, lo que supuso un crecimiento aproximado del 5% respecto al año anterior. El viernes, en Málaga, el consejero del ramo, Rafael Rodríguez, explicó que el número de turistas extranjeros había subido en Andalucía en agosto un 6,6%, mientras los nacionales descendieron un 5,2%. 

Para adaptarse a los nuevos tiempos, la Consejería de Turismo tiene previsto organizar en noviembre, probablemente en Torremolinos, una conferencia estratégica en la que participen agentes públicos y privados de todo el sector. Se elaboraría así la nueva estrategia turística para Andalucía, que tenga en cuenta la entrada continua de nuevos competidores en el mercado y la aparición de nuevos productos. En el temario se incluirán el cuidado del paisaje, la calidad del espacio público, incluido el litoral; la profesionalidad, viabilidad e innovación en empresas de transporte, alojamiento, hosteleras y de turismo temático. Y también temas transversales como promoción, innovación y sostenibilidad.

El debate sobre los retos de los próximos años, se producirá entre empresarios, sindicatos, técnicos, académicos y la propia administración. La Consejería pretende elaborar un diagnóstico sobre la evolución del turismo, los puntos fuertes y mejorables del sector en la región y determinar planes de actuación. Habrá una parte presencial y una serie de foros que desarrollarán el trabajo on line. Se trata de alentar la iniciativa y poner el foco en productos concretos, con empresas detrás dispuestas a llevarlos a cabo.

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