Despilfarro en la Universidad de Cádiz

UGR: tarjetas de gestión, no de representación

  • La Universidad de Granada fiscaliza cada mes entre 215 y 220 tarjetas visa en un sistema de ahorro impuesto en el año 2009.

La Universidad de Granada tiene actualmente en uso entre 215 y 220 tarjetas bancarias, que están asignadas a miembros de la institución con responsabilidades de gestión y que son fiscalizadas mensualmente para garantizar que los pagos realizados se han justificado y que corresponden con la lista de gastos que están autorizados.

La UGR, con el actual equipo de gobierno, puso en marcha el sistema de pagos con tarjetas Visa a partir de 2009. El objetivo, según explicó ayer a este periódico el gerente, Andrés Navarro, fue establecer una alternativa de pago que permita cierto ahorro a la institución y agilidad en las compras. Por eso, la Universidad granadina insiste en que todas las tarjetas que se utilizan son "de gestión" y "no para gastos de representación".

En el listado de gastos que están permitidos mediante el pago con estas tarjetas se excluye expresamente el de comidas. Las personas que pueden tener acceso a estas tarjetas de CajaGranada o Caja Rural son los decanos de cada facultad, los directores de departamentos y los responsables de proyectos de investigación. A todos ellos se les ofreció disponer de esa forma de pago, aunque no todos la aceptaron. Su uso es voluntario. Ni el rector ni su equipo de vicerrectores tienen tarjeta Visa de la institución, según confirmó ayer el gerente.

 

Estas más de 200 tarjetas (la cifra exacta varía según las altas y bajas frecuentes) tienen un límite de gasto de 3.000 euros, una cifra que cuando se supera tiene que recibir la autorización de la Gerencia para poder volver a utilizarla.

El gerente explicó que el montante total de los pagos que la Universidad de Granada realiza a través de estas tarjetas cada mes oscila entre los 50.000 y los 90.000 euros, lo que significa que al año la cantidad total puede estar en torno a los 600.000 euros.

El sistema de fiscalización comienza por el método de banca online con el que la Universidad puede ver casi en tiempo real cada gasto que se realiza con la tarjeta. "Yo veo en qué se gasta el dinero sobre la marcha", explicó Andrés Navarro. Después de hacer estos cargos, el responsable de cada tarjeta tiene que tramitar su justificación y una vez al mes, cuando se revisan los extractos de las tarjetas, si no ha llegado esa acreditación por parte del que ha realizado el gasto o si éste tiene una finalidad dudosa, la Gerencia pide al interesado explicaciones. Si finalmente se comprueba que el cargo no es correcto, la Universidad puede descontar de la nómina esa cantidad al titular de la tarjeta.

Cuando los responsables de la UGR toman posesión de las visas, tienen que firmar un documento en el que se comprometen a utilizarlas solo para determinados gastos expresamente señalados, a justificar sus cargos y autorizan a la Universidad a hacer ese descuento de su nómina en caso de error o mal uso de la tarjeta.

El listado de gastos permitido por estas tarjetas incluye inscripciones, desplazamientos en transporte público y alojamiento para asistencia a congresos, jornadas, foros y reuniones científicas; consumibles y dispositivos electrónicos; revistas, libros, bases de datos y cuotas de sociedades científicas; traducciones, encuestas y servicios de profesionales externos; productos químicos, gastos de publicación, combustible para vehículos oficiales, gastos de aduana y mensajería, y material de oficina.

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