Andalucía

Susana Díaz deja la duda sobre si se subirá al "tren" de la política nacional

  • La presidenta de la Junta abunda en Toledo en su rivalidad con Pedro Sánchez por el liderazgo del PSOE federal A la pregunta de su futuro, contesta: "Ya se verá"

No querrá líos, pero se empeña en los enredos. O no, que diría ella. Lejos de despejar cualquier incógnita sobre su futuro, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, abundó ayer en la duda sobre si dará el salto a la política nacional en competencia con el secretario general de su partido, Pedro Sánchez. "Pude ser secretaria general el pasado verano... O no, porque quizás no me hubieran votado. El tren pasó, ahora no me preocupa. Si vuelve a pasar el tren, ya se verá, y si no pasa, tampoco pasa nada". Ésa fue la respuesta que Díaz dio ayer desde Toledo a su futuro en la dirección federal del PSOE. La metáfora ferroviaria no es nueva, ya la usó en el último Foro Joly, del 1 de diciembre, y casi en los mismos términos. "Si en la estación me quedo, pues me quedo, y si pasa otro tren, ya se verá", insistió.

El PSOE está a punto de entrar en embullición. Cuando quedan cinco meses para las elecciones municipales, y seis para las primarias, Susana Díaz sigue sin despejar la incógnita de si competirá con Pedro Sánchez en la carrera de la candidatura a la Moncloa en las elecciones internas de junio. Aunque de modo explícito, Díaz asegura que apoya a Sánchez como secretario general, deja la duda de si dará este paso, con lo que sigue socavando un liderazgo que buena parte del PSOE no lo reconoce. Desde hace semanas, la presidenta de la Junta no deja de recibir llamados para que asuma este liderazgo nacional. Aunque formalmente mantiene que seguirá en la Presidencia, su agenda indica que no lo descarta. Ayer esttuvo en Toledo con el secretario general castellano manchego, Emiliano García Page. Y a ellos les acompañó el ex ministro José Bono, una de los antiguos dirigentes con voz en el partido.

En un foro organizado por un medio digital, Díaz reconoció que tiene "ambición por cambiar las cosas" y "tener la confianza de la gente". Eso sí, y dicho esto, dejó claro que apoya al secretario general . La presidenta mantuvo que ella es una mujer "de partido" y subrayó que, en consecuencia, el líder de los socialistas "siempre" contará con su apoyo. Pero advirtió que, en su opinión, esto no impide que cuando el líder del partido tome decisiones que no le "gusten", así se lo transmita, porque cree que "no hay nada mejor, en la política y en las relaciones humanas, que la sinceridad sobre todo cuando se pretende construir y ganar el futuro juntos". "Cuando las cosas se dicen con lealtad y sinceridad, la crítica constructiva es buena", insistió, "convencida" además que Sánchez así lo entiende.

A partir de aquí, la líder de los socialistas andaluces volvió a lo dicho días antes: que quiere evitar "líos internos" cuando la gente "lo está pasando mal". "No voy a colaborar a que la imagen que estamos dando los socialistas cuando la gente lo está pasando tan mal sea de líos internos", mantuvo.

A pesar de su falta de claridad, Díaz mantuvo que no hace "ciencia ficción" sobre su futuro e insistió en que no quiere dar un "mensaje equivocado", porque hablar de estos asuntos "cuando la gente lo pasa tan mal" le parece "una frivolidad". Según la presidenta, España "necesita un PSOE fuerte, unido y con respuestas" y aseguró que en eso van a "estar".

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