El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, fue el primero en anunciar, por sorpresa, que el Gobierno central podría autorizar los viajes dentro de una comunidad que esté en la fase 3, aunque posteriormente el titular de Sanidad, Salvador Illa, matizó que estos desplazamientos no se podrían realizar entre autonomías en este mismo tramo.

La delegación de las competencias del mando único en las comunidades autónomas cuando entren en la fase 3 incluida en la prórroga del Estado de Alarma aprobada esta semana en el Congreso de los Diputados pone sobre la mesa del Ejecutivo andaluz la decisión de permitir o no estos desplazamientos, toda vez que la Comunidad Autónoma al completo estará desde el próximo lunes en este último tramo de la desescalada.

Sin embargo, la transferencia de mando no será total, el Gobierno se reserva el control de la movilidad hasta que finalice el estado de alarma precisamente para bloquear los viajes entre provincias de diferentes regiones hasta el 21 de junio.

La idea de la Junta es que los vecinos de las provincias de interior (Sevilla, Córdoba y Jaén) puedan desplazarse a las playas o a las segundas residencias en la costa, lo que activaría cierto turismo interior.  Sin embargo, ni los municipios ni la propia Junta tienen aún listos los planes de contingencia necesarios para garantizar que se cumplan las medidas de seguridad que hay que cumplir en las playas, no en vano en cualquier año normal tampoco en estas fechas estarían preparados los planes de playa.

Lo cierto es que un desembarco masivo en las playas desde el próximo lunes, cuando aún no están adecuadas, está haciendo al Ejecutivo plantearse no permitir el tránsito entre provincias hasta la semana siguiente, cuando se pueda ya garantizar la seguridad de todos.

Para ello, la Junta ha puesto ya en marcha un plan de contrataciones de 3.000 auxiliares de playas que se encargarán de vigilar a los bañistas, controlar los aforos de las playas e informar de las medidas de seguridad y protección para evitar contagios del coronavirus, entre otras funciones.

La posibilidad de ir a otras provincias andaluzas sigue, por tanto, siendo una incógnita, y también ha desatado su pequeña tormenta política. Desde el PSOE andaluz se ha preguntado al Gobierno andaluz si no cuenta con un plan de movilidad para Andalucía, que consideran “esencial para la reactivación económica y turística”. Los socialistas confían en que “se dé esa ansiada movilidad si se cumplen todos los requisitos técnicos y sanitarios y, por supuesto, con toda la planificación y la seguridad necesaria”.