Elecciones Andalucía 2018

Luis Pizarro cierra el Antiguo Testamento

  • El socialista gaditano, otrora mano izquierda de Manuel Chaves, no se presentará a estas elecciones andaluzas, era parlamentario desde 1986

Luis Pizarro, en la sede del PSOE de San Vicente.

Luis Pizarro, en la sede del PSOE de San Vicente. / Antonio Pizarro

Luis Pizarro no se presentará a las elecciones andaluzas del 2 de diciembre, después de haber permanecido en la Cámara autonómica desde la segunda legislatura (1986-1990) a esta última y décima. El socialista gaditano cierra el llamado Antiguo Testamento del socialismo andaluz, ése que comenzó en un despacho de abogados laboralistas de la calle Capitán Vigueras de Sevilla.

Colaborador de Chaves

Luis Pizarro nació en Alcalá de los Gazules el 13 de diciembre de 1947, y en la política andaluza lo ha sido casi todo. Concejal socialista de la ciudad de Cádiz desde las elecciones de 1979, senador, diputado autonómico y poderoso secretario de Organización del partido en los tiempos de Manuel Chaves, desde cuando el ex presidente de la Junta decidió echarle el pulso a los guerristas a principios de los años noventa hasta sacarlos de todas las direcciones provinciales. Luis, que estaba para eso y para más, recorrió durante todo un verano cada una de las ocho provincias, hasta que al final, los partidarios de Alfonso Guerra quedaron derrotados en Almería, donde todavía quedan en activo los seguidores del ex vicepresidente.

Patriarcas y evangelistas

Pero el sello del Antiguo Testamento llegó después, cuando se produjo el relevo de Manuel Chaves por José Antonio Griñán. Fue consejero de Gobernación con él, pero dimitió por desavenencias. El nuevo presidente llegó aupado por Pizarro y los suyos, pero pronto Griñán se desentendió de ellos, se rompieron amistades y se quebró el partido, mientras la juez Mercedes Alaya, instructora del caso de los ERE, provocaba la mayor renovación que nunca hubo en el PSOE desde los tiempos de la Transición. Fueron los tiempos en que Chaves y Pizarro, o Zarrías, ya eran del Antiguo Testamento, mientras José Antonio Griñán, que era de la misma edad, abrazaba el evangelio y se rodeaba de sus apóstoles: Rafael Velasco, Mario Jiménez y Susana Díaz.

Tiempos en los que los evangelistas llamaban a los periodistas y, en tono de reprimenda envuelta en miel, le espetaban: “Hay que cambiar la agenda”. La vieja, donde estaban apuntados los teléfonos de los patriarcas, ya no servía.Luis Pizarro formaba parte del llamado clan de Alcalá, el núcleo originario del PSOE gaditano que nació a raíz de la amistad de aquellos jóvenes con un electricista socialista de Dos Hermanas que trabajó temporalmente en su pueblo. El operario era un asiduo del despacho de Capitán Vigueras, donde trabajó Felipe González y Manuel del Valle. De aquellos tiempos sólo quedan en activo el propio alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, que es de Alcalá, y José Luis Blanco, presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, y militante con carné número uno de esta provincia.

Tío de Alejandro Sanz

Aunque la relación entre el Antiguo Testamento y los evangelistas fue complicada, no ha estado exenta de reconciliaciones. Chaves y Griñán han vuelto a hablar, aunque nunca retomaron aquella amistad de sábado de cine y cena entre matrimonios, y Susana Díaz invitó a Pizarro a pasar la noche electoral de las autonómicas de 2015 en la sede de San Vicente para sorpresa del segundo ex presidente. Hace unos días, Luis Pizarro le anunció a Díaz que no optaría por ir en las listas, a sus 72 años hace tiempo que llegó el momento de la retirada. Ahora, se dedicará a su casa, sus hijos y nietos y sus aficiones,la cocina y la caza. Hace unas semanas perdió a uno de sus hermanos, Paco, propietario del restaurante Pizarro en Alcalá, y paradigma de una familia de artistas en cada una de las acepciones de la palabra, cuya última y gran promesa es el cantante Alejandro Sanz, A. Sánchez Pizarro.

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