El debate sobre la cuantificación de la deuda histórica y el calendario de su pago por parte del Gobierno central debe cerrarse, según marca el nuevo Estatuto, antes del 20 de septiembre. Los legisladores andaluces, al redactar la nueva norma, dieron 18 meses de plazo para la negociación entre las dos partes, Gobierno y Junta. El calendario se ajusta ahora y el acuerdo se cruza, además, con dos serios obstáculos: la negociación entre todas las comunidades y el Gobierno central para establecer el nuevo sistema de financiación autonómica, y, sobre todo, la crisis económica que atraviesa el país.

Con este panorama, el vicepresidente primero de la Junta y consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, reconoció ayer por primera vez que el Gobierno andaluz será flexible con el calendario para el cobro de la deuda. Zarrías, de visita en Málaga para presentar el XII Festival de la Luna Mora, manifestó que la Junta será "flexible, ya que entiende el momento económico actual". Un segundo motivo para mantener esta actitud, añadió el vicepresidente, es "la buena disposición del Gobierno central, que ya se ha demostrado con los 300 millones que ha recibido Andalucía de adelanto". A esta cifra incluida en los Presupuestos Generales del Estado de este año hay que añadir los 120 millones que recibió el Ejecutivo autonómico, también como adelanto de la deuda, en los presupuestos de 1997.

En cualquier caso, Zarrías mantuvo que "se debe establecer un mecanismo de pago que tendría como horizonte los tres años", el plazo que establece el Estatuto. El consejero no rebeló la cantidad que exige la Junta al Gobierno por este concepto, una herencia del Estatuto de 1981 aún no cobrada, aunque sentenció que la cifra de la deuda histórica que ponga sobre la mesa la Junta de Andalucía "será rigurosa y ajustada a aquellos elementos que determinan este concepto". "Será una cifra que podremos defender no sólo en Andalucía, sino también fuera, para que todo el mundo entienda que es el dinero que corresponde a la comunidad autónoma y que no se le quita a nadie ni a nada", señaló Gaspar Zarrías.