Provincia de Cádiz

Un fuerte aguacero provoca el caos en el litoral de La Janda

  • Varios núcleos de población de los municipios de Conil y Vejer quedan aislados tras caer más de 100 litros por metro cuadrado en pocas horas

Importantes inundaciones en Conil y Vejer

Un fuerte aguacero acompañado de tormenta dejó ayer entre 100 y 150 litros por metro cuadrado en el borde litoral de la comarca de La Janda en un periodo inferior a las doce horas. Los términos municipales de Conil, Vejer y Barbate se llevaron, por este orden, la peor parte. Los Ayuntamientos conileño y vejeriego prevén solicitar al Estado la declaración de Zona Catastrófica.

La coincidencia de la subida de la marea con las fuertes precipitaciones provocó el caos en las zonas rurales de estas tres poblaciones. Los arroyos se convirtieron en ríos con grandes caudales de agua. En algunos puntos provocaron que pasara por encima de las carreteras, lo que dejó aislados muchos núcleos de población como Zahora, El Palmar, Cañada Ancha, La Muela y La Barca de Vejer.

El servicio de Emergencias 112 coordinó más de un centenar de incidencias a causa de la lluvia en la provincia de Cádiz. Las lluvias obligaron a cortar durante varias horas varias carreteras, como la autovía A-48 y la Nacional 340 entre Vejer y Conil; la A-396 entre Vejer y Medina y la A-491 a su paso por Rota, además de varias vías comarcales.

Lluvia en Cantarrana, pedanía de Vejer

En Conil, al mediodía de ayer fue activado el Plan de Emergencias Municipal (PEM). El pabellón polideportivo fue habilitado para atender a los vecinos afectados por la inundación de sus casas, aunque las personas sobresaltadas por estas situaciones fueron acogidas en las casas de familiares y vecinos.El equipo de trabajo lo coordinaron el alcalde, Juan Manuel Bermúdez, el concejal de Seguridad Ciudadana, Manuel Vicente Alba, y el responsable de Protección Civil, Nicolás Amaya, entre otros. Ellos fueron recibiendo a lo largo de la mañana la información que llegada desde las distintas zonas del diseminado y desde el propio casco urbano conileño.

Juan Manuel Bermúdez explicó que la precipitaciones de ayer, unos 100 litros por metro cuadrado en un espacio de ocho o nueve horas, se sumaban a las que habían caído el viernes, con 43 litros, y el sábado, con otros 46, lo que hizo activar el Plan de Emergencia Municipal y trabajar de forma coordinada a todos las personas que acudieron a las viviendas de vecinos que habían quedado aislados por el agua. Muchos de ellos fueron auxiliados y rescatados pero otros prefirieron aguantar en el interior de las casas.

Precisamente la zona de La Higuera fue una de las más afectadas. Allí tuvieron que acudir los bomberos en auxilio de algunas familias que se había subido al tejado de su vivienda ante el aumento del nivel de las aguas. Algunos conductores también fueron auxiliados al verse desplazados fuera de la carretera. Por suerte, no se produjeron daños personales y sí muchos materiales que se irán valorando a partir de hoy, si la meteorología lo permite.

El alcalde de Conil señaló que otras zonas afectadas se situaban en el margen derecho de la carretera nacional 340, en la zona de Roche Viejo cercana al puerto y en la zona de Las Parcelas, donde el viento derribó un pino que provocó daños en tres vehículos estacionados.

Por si todo esto fuese poco, sobre la una de la tarde sorprendió a la población conileña una granizada que dejó bolas de hielo con un grosor superior al centímetro de diámetro. Sus impactos no provocaron daños de importancia en los vehículos aparcados en las calles. En el casco urbano de Conil, la zona del Carril de la Fuente y el paseo marítimo también se vieron afectados.

En Vejer, el equipo de gobierno, encabezado por el alcalde, José Ortiz, estableció en la Jefatura de la Policía Local su Central de Incidencias. Personal de los distintos cuerpos de seguridad y los vecinos con sus llamadas informaban a ese centro de control acerca de las incidencias que se estaban produciendo.

La zona más afectada fue el cruce de la nacional 340 y la carretera autonómica A-396, conocida como el Cruce de Castro, donde el agua que pasa por el arroyo que da nombre a esta pedanía se desbordó e inundó varias casas y comercios, lo que obligó a cerrar al tráfico esta vía. Esa situación provocó la intervención en dos ocasiones de los bomberos de Benalup, que fueron requeridos para acudir a las inmediaciones del polígono industrial, junto al picadero, donde una familia tuvo que subirse al tejadode su vivienda dada la altura que el agua había tomado.

Mucha de esta agua llegaba de la zona alta de La Muela, donde incluso se originó una catarata de agua y barro que caía sobre el acantilado del antiguo camping de Santa Lucía y que era visible desde el mirador de La Corredera. Desde allí, la vista de la comarca interior de La Janda permitía observar muchas zonas de cultivo bajo el agua al desbordarse el serpenteante río Barbate a su paso por esta zona rural.

La imagen que presentaban algunos lugares devastados por la fuerza del agua era desoladora, sobre todo en El Palmar, donde en las cercanías del carril de Guerrero desapareció parte del paseo peatonal y el vallado que delimitaba la zona de dunas, que fue arrasada y llevada al mar.

El casco urbano de Vejer, aunque está a 190 metros de altitud sobre el nivel del mar, sufrió también la inundación de calles y terrazas de algunos establecimientos, entre ellos los ubicados junto a la avenida de Buenavista. En la zona de La Noria, las tapaderas de las alcantarillas fueron sacadas de su lugar y arrastradas por el agua varios metros a pesar de que son muy pesadas.

En Barbate también fueron activados todos los servicios de emergencia. Los bomberos tuvieron que emplearse a fondo, sobre todo en Los Caños, Zahora y San Ambrosio, donde aparecieron muchos animales ahogados, sobre todo gallinas y pavos.

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