Domingo de mitines. Ya es una constante. Y así seguirá siendo hasta el día 20 de mayo, último de la campaña electoral de las municipales antes de la jornada del reflexión que precederá al 22-M: el día D. Desde hace tiempo no hay fin de semana que se precie en el que los dos principales rivales de la contienda, José Antonio Griñán (PSOE) y Javier Arenas (PP), se empleen a fondo en actos públicos destinados a proclamar que sus siglas son las más idóneas. El domingo de ayer no fue una excepción a esta tónica, y ambos políticos protagonizaron mitines.

El socialista en Benacazón (Sevilla), a la sombra de la inauguración de la nueva línea de Cercanías C-5 que unirá por tren la capital con la zona norte de la comarca del Aljarafe. Es una de las "cosas" que, en opinión de su número uno en Andalucía, "hacen" los socialistas.

Con el ministro de Fomento, José Blanco, presente en el acto, Griñán reivindicó la forma de hacer política de su partido porque, a diferencia del PP, "trabaja para hacer cosas y no para arruinar la credibilidad del adversario". Pero es obvio que él no tiene en alta estima la del PP, un partido que "nunca jamás dirá para qué quiere el poder", según Griñán.

Ésta es, a juicio del presidente autonómico, la "gran verdad" que los populares esconden. El PP es para Griñán una formación cuya estrategia consiste principalmente en "deteriorar la política" para que los ciudadanos "la miren con escepticismo, como si fuera algo negativo". Los dirigentes del PP, con Arenas a la cabeza, "pretenden desmovilizarnos, porque no piden el voto para ellos, sino contra nosotros", subrayó Griñán.

El secretario general de los socialistas andaluces defendió que en su partido se "habla" y se "discute" de lo que se ha hecho y de lo que se quiere seguir haciendo para "hacer realidad las ideas". Frente a esa forma de entender y hacer la política, Griñán criticó que el PP celebrase una convención municipal en Toledo para hablar del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "No han hablado de ayuntamientos ni de qué quieren hacer porque su programa se resume en eso, en hablar de Zapatero", censuró tras considerar que esta actitud, antes que nada, es una "falta de respeto" a los propios candidatos municipales del PP.

Desde éste, Arenas ejerció de augur y vaticinó el fin político de Griñán y de su antecesor en el cargo, Manuel Chaves. ¿Por qué? Será el escándalo del fraude en los expedientes de regulación de empleo (ERE) los que se llevarán por delante a los dos dirigentes socialistas, según el líder del PP-A.

En el acto de presentación de la candidatura a la Alcaldía de Algeciras (Cádiz), que lidera José Ignacio Landaluce, el número uno de los populares andaluces indicó que, según los datos de los que dispone su partido, quedan unos 190 expedientes por investigar y, por enésima vez, hizo hincapié en que la Junta "está obligada a investigarlos y a obligar a su devolución".

"El problema es que lo vieron todos y todos callaron, y ahora el consejero de Empleo, Manuel Recio, dice que es una cacería contra los hombres de progreso", señaló Arenas. El presidente del PP-A se dirigió directamente a Recio en el mitin. "Le quiero decir a este señor que quiere ser ministro de las nuevas tecnologías que un trincón es un trincón y que nada tiene que ver con un hombre de progreso".

Arenas enfatizó que el "escándalo" de los ERE se ha perpetrado "con los fondos de los trabajadores y los parados de Andalucía y porque el PSOE lleva 30 años gobernando y creen que el poder es de su propiedad". El dirigente popular defendió la necesidad de "recuperar la credibilidad ante los andaluces", por lo que volvió a recordar que si resulta elegido presidente autonómico "lo primero" que hará será enviar un proyecto de ley al Parlamento para limitar a ocho años el mandato del presidente de la Junta. "No voy a permitir que nadie confunda Andalucía con los abusos ni con las chapuzas socialistas", agregó.

Arenas criticó a Griñán por decir que "en total sólo se han robado diez millones de euros. Cuando tenían que estar luchando contra la crisis, se pasan el día intentando maquillar el asunto de los ERE". El Partido Popular, recordó su presidente en Andalucía, "ya ganó al enemigo de la crisis en 1996, y ahora también lo haremos diciendo la verdad"