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Bruselas quiere una política de asilo más exigente con los estados

  • La Eurocámara apuesta por un sistema de cuotas obligatorias con para los países en función de su Producto Interior Bruto y población

Bruselas quiere una política de asilo más exigente con los estados

Bruselas quiere una política de asilo más exigente con los estados

El Sistema Europeo Común de Asilo ha sido un fracaso. La prueba es que sólo un 3,5% de los 160.000 refugiados que la Unión Europea se comprometió a realojar desde Grecia e Italia han llegado a su destino. Por eso la eurodiputada sueca Cecilia Wikström ha empezado una gira por diferentes países para defender la necesidad de reformar el conocido como sistema Dublín. El objetivo es que haya una "unión humanitaria" que no provoque un colapso en los sistemas de asilo cuando se produzcan situaciones como la del año pasado, cuando se estima que llegaron un millón y medio de personas huyendo del conflicto sirio.

"Eso es el 0,2% de nuestra población. Como si a una ciudad de 100.000 habitantes llegan 200 personas", apunta Wikström que critica que "el mercado más grande del planeta", no sea capaz de absorber al 0,2% de su población. Por ese motivo ella defiende a capa y espada Dublín IV, el cuarto sistema con el que se dotará la Unión Europea para gestionar la llegada de refugiados. El objetivo es pasar de un sistema voluntario -como el fallido que se desarrolló el año pasado- a uno vinculante, donde se repartirá el número de peticionarios de asilo que cada país debe acoger en función del Producto Interior Bruto (PIB) y su población.

De aprobarse Dublín IV, se solucionará el desequilibrio actual, donde un puñado de países como Alemania, Suecia y Austria, absorben más de tres cuartas partes de la demanda. En el otro lado de la balanza están naciones como Lituania o Croacia, con 35 y 25 refugiados acogidos este año respectivamente.

Para ello, además de la mencionada cuota para cada país la propuesta de la Comisión Europea que defiende Wikström incluye un sistema corrector que establece que cuando un país alcanza el 150% de su capacidad se activa un mecanismo que desvía las peticiones de asilo a otro país miembro. La eurodiputada sueca es más ambiciosa y prefiere que el sistema se active al 75% del límite de cada país. Además, los refugiados no podrán elegir el lugar al que quieren ser destinados.

Claro que no todos los estados miembros están por la labor de aceptar las propuestas de Wiström. Países como Hungría, donde gobierna el derechista Viktor Orban, o la República Checa, son contrarios al Dublin IV. La europarlamentaria, que pertenece al mismo grupo que Ciudadanos en Bruselas, recuerda especialmente el rechazo del primer ministro eslovaco Robert Fico, que argumentó su rechazo a acoger refugiados con una "falta de costumbre" de sus ciudadanos y sólo se mostró dispuesto a alojar cristianos sirios. "No hay derechos de los cristianos o los musulmanes. Hay derechos humanos", apostilló Wikstöm.

La europarlamentaria sueca es optimista y no cree que estos países sean capaces de obstaculizar el avance del nuevo sistema europeo de asilo. Para ello, Wikström mencionó varias soluciones que pasan por incentivos a los países que se comprometan con Dublín IV y posibles sanciones en caso de incumplimiento. "Nadie discute que haya sanciones si un estado incumple, por ejemplo, la estabilidad financiera", señaló al tiempo que recordó que los países contrarios son algunos de los mas beneficiados por la llegada de fondos europeos.

También aprovechó para recordar que no hace tanto tiempo que húngaros y checoslovacos -antes de la división- tuvieron que huir del conflicto cuando los tanques soviéticos salieron a las calles de Budapest y Praga para sofocar revueltas democráticas. Y recordó una certidumbre básica a la hora de afrontar la actual situación. "Si nosotros no lo hacemos, que somos los más ricos del mundo, ¿quién podrá hacerlo?"

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