Provincia

Detenido un hombre de Pilas por la muerte violenta de una vecina de 50 años

  • El arrestado, de 34, alertó del crimen, pero aseguró que vio a dos hombres y a una mujer agrediendo a la víctima y resultó herido al mediar. El juez decreta el secreto de las actuaciones 

No es la primera vez que Pilas se sobrecoge por una muerte violenta. Hace año y medio, una tarde de noviembre de 2015, ocurrió con el caso de Silvia, de 51 años, que falleció por los golpes que recibió en la cabeza a la entrada de su casa, en una urbanización a las afueras del pueblo, un crimen que está por resolver. Y ayer domingo ese desasosiego volvió a extenderse como la pólvora desde primera hora por esta zona del Aljarafe. Porque de nuevo una mujer y de edad parecida –horas más tarde fue identificada como Ana María Morales Moreno, de 50 años– aparecía muerta pasadas las 08:30 con graves signos de violencia –se habla de cortes en el cuello– cerca del camino de Santillán. Es el entorno de las urbanizaciones Europa y la conocida como barriada Varetas, junto la circunvalación de Pilas.

Se trata de un trayecto que, según los vecinos, la mujer recorría a diario para ir y volver desde su casa al bar La Soledad, que regentaba con su marido desde hace décadas y que ayer nadie abrió. Trabajaba en la cocina y atendiendo a la clientela. La voz de alarma la dio otro vecino de Pilas, que vive muy cerca de la víctima y cuyas iniciales son E.R.R.. Horas después, este hombre quedó detenido, según confirmó el Ayuntamiento. Tiene unos 34 años y, al cierre de esta edición, era la única persona a la que se relaciona con el caso, aunque la investigación continúa abierta. El juzgado de Sanlúcar la Mayor en el que ha recaído el caso decretó el secreto de las actuaciones. Los restos de la mujer fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Sevilla para practicarle la autopsia. Fuentes consultadas descartan, en principio, que haya relación entre estos dos casos de muertes violentas de mujeres en el municipio de 14.000 vecinos.

Ana María Morales Moreno. Ana María Morales Moreno.

Ana María Morales Moreno.

Los testigos afirman que este hombre ahora detenido llegó a un bar con heridas en la cabeza, sangrando y asegurando que había una mujer muerta, semidesnuda, y que dos supuestos hombres y una mujer la estaban agrediendo, que él los habría visto y se habría metido en medio para evitarlo, de ahí sus lesiones. Fue trasladado a un centro hospitalario y desde el primer momento permaneció bajo la custodia policial. Inmediatamente, la Guardia Civil movilizó un amplio dispositivo en zona, incluso con un helicóptero que desde las 11:00 y durante varias horas rastreó todo el entorno para buscar a posibles implicados o pistas. La Guardia Civil también acotó los accesos al camino junto al que se apareció la mujer, en el que miembros de la Policía Judicial y Científica trabajaron durante horas. El área en la que se produjo el crimen está ocupada por parcelaciones con chalés, que se entremezclan con los olivares. Según algunos testigos, el cuerpo de la víctima habría aparecido en una zona donde hay vertidos de escombros.

Mientras que duró ese rastreo y hasta que se confirmó quién era la víctima, los rumores se desataban no sólo en Pilas, sino en toda la comarca. Citando a fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Sevilla, el Ayuntamiento tuvo que emitir un comunicado, sobre las 13:40, en el que confirmaba que la fallecida era una vecina del pueblo y descartaba que en el caso se hallaran implicadas personas extranjeras –que son habituales también en la zona, sobre todo durante las campañas agrícolas– o que se estuviera buscando ninguna “furgoneta blanca”, como se extendió.

La Guardia Civil sólo confirmaba la aparición de una persona fallecida. Conforme fue avanzando la tarde, las sospechas se centraron en el único testigo que, según fuentes consultadas, quedó detenido finalmente sobre las tres de la tarde. En un comunicado, el Ayuntamiento aseguró que las causas del suceso se desconocen e hizo un llamamiento a la calma.

Algunos vecinos apuntaban ayer que la mujer habría podido dirigirse hacia el bar, para abrirlo, a la hora en la que se produjo la agresión y habría podido llevar dinero para cambio. Poco antes de que se confirmara quién era la víctima, miembros de su familia se habían cruzado incluso con los vecinos que esperaban junto al camino alguna novedad, sin sospechar nada.

La fallecida, corpulenta y muy alta, apareció cerca del camino por el que iba a su bar

Cuando se confirmó el nombre de Ana María Morales, la conmoción se extendió en Pilas. Quienes la conocían subrayan que era una mujer con fuerza para defenderse: medía más de un metro ochenta y era corpulenta. Pero, sobre todo, coincidían en que era una buena persona, luchadora y, junto a su marido, con el que tiene dos hijos ya mayores, muy trabajadora. El bar de La Soledad que tienen fue uno de los primeros en abrir en la barriada y todos la conocen. Aunque llevaba años residiendo en Pilas, nació en el vecino municipio de Huévar del Aljarafe, donde la noticia de su muerte violenta generó también un fuerte impacto. Allí sigue residiendo gran parte de su familia. Tenía cuatro hermanos y todos ellos viven en Huévar o en municipios muy cercanos en la comarca. Se trata también de una familia muy querida.

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