Andalucía

Adiós, muñeca

  • La fábrica Marín, en Chiclana, creadora de las populares figuras vestidas de gitana, echa el cerrojo

La Fábrica Marín cesó en su actividad comercial tras 86 años al frente de la producción de muñecas que han sido reconocidas a nivel nacional e internacional. De esta manera, la crisis también se ha llevado por delante a esta emblemática empresa chiclanera, cuya industria se ha visto afectada por la feroz competencia del mercado asiático, principalmente el chino. Tampoco han ayudado mucho los televisores con pantalla ultraplana: difícilmente podría sostenerse en pie una muñeca sobre tan escasos milímetros de base. Paradigma de la decoración más kitsch durante lustros, la cima de aquellos aparatos de televisión fue el escenario perfecto para el despliegue de la bata de cola que lucían las muñecas Marín.

La fábrica de Muñecas Marín ha venido padeciendo desde hará poco más de un lustro nefastos momentos económicos que se han traducido en el descenso de las ventas. Ya se aplicó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal en el año 2009 que afectó a 12 de los 17 empleados.

La popular empresa de muñecas de Chiclana se encontraba situada junto a la carretera del Pinar de Los Franceses después de su traslado desde las instalaciones que poseía en la calle Arroyuelo, en el centro de la ciudad. Las muñecas Marín conservaban el carácter y la idiosincracia de sus orígenes: las más conocidas son las que visten trajes de flamenca, las que normalmente se colocaban encima de la televisión o muebles de numerosos hogares españoles. Aparte de un artículo de recuerdo, también contemplaba la producción de modelos de diseño, regalo y coleccionismo. La empresa ha sobrevivido a muchas etapas, ha pasado por momentos dulces y amargos desde su fundación en 1928 por José Marín Verdugo (1903-1984), quien en esa fecha llegó a abrir la fábrica en las inmediaciones de la Iglesia Mayor, una fábrica que llegó a emplear a más de 100 trabajadores.

Las muñecas de Marín han aparecido en los recargados interiores de algunas películas de Pedro Almodóvar, que nunca ha ocultado su admiración por el kitsch patrio, hasta en series de televisión británicas -dando a entender de esta manera que sus protagonistas habían pasado sus vacaciones en España-, en modelos de Vitorio y Luchino, en el programa de los Morancos Omaíta y en diferentes programas televisivos. La efigie de la flamenca de Marín llegó a tener una aparición estelar en la gala musical que celebró la cadena MTV en Barcelona en 2002.

Quizás, los mejores momentos de esta señera fábrica chiclanera se remontan a la época del boom turístico en España durante las décadas de los 60 y 70. Por entonces, no existía la competencia de los países asiáticos y la demanda de muñecas era altísima. No había guiri que no acabara con una de estas muñecas en su maleta, como souvenir de su estancia en algún pueblo de la costa española, al regreso a su país.

Muchos han sido los reconocimientos a esta fábrica de Chiclana, de los que destacan la Medalla de Plata de Mérito al Trabajo concedida a José Marín Verdugo y el primer premio mundial de muñequería en Cracovia (Polonia).

El mercado con el que trabajaba la Fábrica Marín fue sobre todo nacional, pero también exportaba a otros países, sobre todo a Estados Unidos. También recibió una distinción especial por la Junta de Andalucía, el 26 de febrero del 2003, entre otros muchos galardones nacionales e internacionales. Asimismo, el alto nivel turístico en Chiclana también fue aprovechado por la empresa para la venta y dar a conocer sus productos.

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