Polémica Cinco euros al turismo por entrar en Venecia: una tasa muy alejada de la situación actual en Cádiz

Javier Miranda, autor de Crónicas Alcanceras

Cuando cumplir cuarenta años no es motivo de crisis...

  • Crónicas Alcanceras repasa la historia de una iniciativa de Fernando Quiñones que ha sabido adaptarse a las necesidades de cada época

Para los seres humanos, cumplir 40 años suele ser motivo de crisis. Para un evento cultural, por el contrario, es sinónimo de buena salud. Para Alcances, que este 2008 entra en su cuarta década de vida, es un feliz cumpleaños. En todo este tiempo, hubo momentos en que pareció que la nave puesta a navegar por Fernando Quiñones iba a naufragar irremisiblemente, pero el evento de la caracola supo siempre encontrar su camino. Es sorprendente ver como cada etapa de Alcances ha surgido de la anterior, explotando caminos que empezaban a abrirse sin darse cuenta.

Así, la muestra cultural que ideó Quiñones vio como las actividades cinematográficas iban tomando cuerpo poco a poco. El recuerdo ha magnificado estos filmes, marginando quizás injustamente todo lo que no era celuloide. El caso es que entre 1975 y 1978 estuvo vigente el modelo que pactaron el Gobernador Civil Antolín de Santiago y el propio escritor, en el que el cine cobró gran protagonismo en las tres famosas semanas en que se estructuraba entonces el festival. Tanto, que a partir de 1979 todas las demás actividades se fueron junto con su fundador, quedando sólo el Séptimo Arte en solitario. El peso de los cortometrajes, formato que Alcances cuidó desde el principio, hizo que en 2001 este fuese la línea dominante. Incluso el espectacular giro al documental de 2006 tuvo sus antecedentes en los años inmediatamente anteriores, con los encuentros con realizadores del género de la no-ficción y el ciclo .Doc patrocinado por la Diputación. Este apoyarse en sus propias actividades ha dado una sorprendente continuidad a Alcances, convirtiéndolo en el cuarto festival más longevo de España, tras Valladolid, Gijón y San Sebastián.

Y es sorprendente también como siempre ha habido un espíritu alcancero que se ha mantenido durante estas cuatro décadas a lo largo de sus diversas etapas. Esa es una herencia que debemos también al gran padre fundador, el hombre que le dio su nombre y sus señas de identidad más reconocidas. Su espíritu popular y su rigor en la programación, su calidez humana frente a otros eventos más potentes en presupuesto y en supuesto glamour -expediente que a veces cubre la carencia de ideas- y su imbricación en la sociedad gaditana, que sigue esperando como los primeros alcanceros la programación como agua de mayo. Es este hilo invisible el que une la fracasada edición de 1968, prohibida por la autoridad competente de aquel entonces, con la de 2008 que se halla a punto de comenzar, y le ha dado personalidad propia en cuatro décadas de azarosa historia.

Este 40 cumpleaños es motivo de gozo y celebración, pero también de estímulo para seguir avanzando y llegar a 50, al 60 y al 70 aniversario por lo menos. Así pues feliz cumpleaños y feliz Alcances 2008 a todos los gaditanos y a todos los que se acerquen por aquí en estos diez intensos días de septiembre.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios