Arturo Hidalgo Sanz. Ganadero. Coordinador de sectorial de jóvenes Asaja en Sevilla

"Los jóvenes tenemos que correr riesgos, ¿por qué no en el campo?"

  • Asegura que 'la nueva PAC contempla ayudas para incorporarse a la actividad agraria'. 'En tiempos de crisis se ha demostrado que la agricultura es un valor seguro'.

-¿Es el momento de los jóvenes en el campo europeo?

-Rotundamente sí, la población agraria está tremendamente envejecida y el panorama laboral tan complicado que tenemos los jóvenes nos obliga a asumir mayores riesgos. ¿Por qué no apostar por el campo? Además, parece que los políticos también empiezan a darse cuenta de que si queremos que siga viviendo gente en los pueblos hay que rejuvenecer el campo, para ello son necesarios también los estímulos.

-¿Por qué piensa que muchos jóvenes vuelven los ojos al campo en estos momentos? ¿Sólo es cuestión de oportunidades laborales?

-Estoy acostumbrado a escuchar a muchos "veteranos" del campo que le dicen a sus hijos que no quieren que se metan en el campo, que estudien carreras y que se coloquen en empresas, que es muy duro, que no es rentable. Pero la realidad es que en tiempos de crisis se ha demostrado que la actividad agrícola y ganadera es un valor seguro. De hecho, cada vez hay más jóvenes que empiezan a trabajar en explotaciones familiares. Principalmente es una cuestión laboral, pero la gente también agradece estar en contacto con la naturaleza, respirar aire fresco, rebajar los niveles de estrés de las grandes ciudades, etc.

-¿Qué oportunidad da la nueva PAC a los jóvenes que antes no encontraban?

-La nueva PAC contempla la realidad de los jóvenes que quieren incorporarse y que se encuentran con el hándicap de que carecen de ayudas, por lo que a partir de 2015 los jóvenes van a poder acceder a ayudas directas, un paso muy importante para fomentar las incorporaciones, que debería complementarse con ayudas más ágiles y mejor dotadas en el nuevo plan andaluz de desarrollo rural, pues las que actualmente tiene en marcha la Junta de Andalucía no están funcionando todo lo bien que debieran.

-¿Pueden encontrarse estos proyectos con algún problema importante en su aplicación?

-Muchos, si se refieres a los proyectos de primera instalación de jóvenes agricultores, la casuística es muy diversa, pero la realidad es que hay problemas de acceso a la tierra, a la hora de conseguir financiación, la burocratización a la que se enfrentan los jóvenes es excesiva, si a esto se le unen los enormes retrasos en los cobros vemos que no estamos ante un camino de rosas, pero pienso que, pese a todas estas dificultades, hay que seguir adelante y animo personalmente a los jóvenes a seguir el camino del relevo generacional.

-¿Los jóvenes se están organizando más y mejor?

-Sí, hasta hace poco los jóvenes sólo estábamos unidos a nivel comunitario, en el CEJA, en cuyas reuniones también he participado. Es una organización, cuyas siglas significan Consejo Europeo de Jóvenes Agricultores, que tiene gran arraigo en Bruselas. En los últimos años, los españoles, a través de Asaja, hemos tenido varias vicepresidencias consecutivas en el CEJA. Y aquí en Andalucía, y concretamente en Sevilla, hemos sido pioneros creando la sectorial de jóvenes agricultores a finales de 2011, una iniciativa que el año pasado se desarrolló ya a nivel nacional y dio pie a la constitución de Asaja Joven.

-¿La situación de España y de Andalucía es más grave que en otros países europeos?

-Por supuesto que sí, en países como Francia y Alemania los programas de incorporación de jóvenes han funcionado bastante bien. Digamos que España está a la cola de Europa, incluso tras la incorporación de los nuevos países miembros. Y Andalucía ha sido una catástrofe a nivel nacional. Entre los años 2007 y 2011, en el marco del Plan de Desarrollo Rural que finaliza ahora su periodo de vigencia, estábamos por debajo del 1% de las incorporaciones a nivel nacional. Sólo se habían instalado menos jóvenes que en Andalucía en cinco regiones españolas (Madrid, Cantabria, País Vasco, Canarias y Murcia). Es una auténtica vergüenza. No obstante, en los últimos meses parece que en la propia Consejería, con un nuevo equipo en esta área, se están tomando más en serio este asunto y las cosas tienen mejor pinta.

-¿Aprecian una mayor formación general y técnica en las nuevas generaciones de agricultores?

-Sí, es cierto que las nuevas generaciones vienen más preparadas, pero además, con la nueva PAC hay muchas más exigencias y una obligatoriedad de formación para los agricultores.

-En el encuentro en Sevilla de Asaja hablan de financiación, ¿encuentran más problemas que los agricultores y ganaderos de más edad o menos?

-Sí, el problema de la financiación es grave en todos los casos, ya se sabe cómo están los bancos. Pero entiendo que las personas de más edad tienen mayor historia en los bancos y también suelen tener mayor patrimonio.

-Y el mercado de la tierra o del ganado. ¿Hay suficiente movimiento para que se puedan consolidar las nuevas instalaciones?

-Un año como éste, justo antes de la reforma, está bastante complicado encontrar tierra calma, tanto de secano como de regadío. Quizás sea más fácil encontrar tierras de dehesa, supongo que será porque la ganadería sufre una crisis estructural desde hace muchos años. La realidad es que para que un joven encuentre una finca para gestionar debe ser de un familiar, un amigo o debe contar con algún apoyo especial, si no, es muy complicado.

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