Sanidad vegetal: amenaza para el tomate y el pimiento

¿Qué es el virus rugoso del tomate?

  • La alta persistencia y eficaz transmisión del ‘tomato brown rugose fruit virus’ por contacto obligan a adoptar más medidas de higiene, prevención y desinfección en los invernaderos

Imagen de una investigadora del Ifapa trabajando con virus similares al ToBRFV.

Imagen de una investigadora del Ifapa trabajando con virus similares al ToBRFV.

La detección de ‘tomato brown rugose fruit virus’ (tobamovirus, ToBRFV) en un invernadero de tomate en Vícar a finales de noviembre de 2019 fue un evento temido y a la vez ‘esperado’, desde que numerosos países productores de tomate en el mundo declararon la presencia de este patógeno en sus cultivos. Así lo consideran los técnicos del Centro Ifapa de La Mojonera Leticia Ruiz y Dirk Janssen, que han elaborado un informe que recoge que no es el primer tobamovirus que afecta a los cultivos de hortícolas y para muchos de ellos existen cultivares resistentes. Sin embargo, ToBRFV supera las resistencias genéticas disponibles en los cultivos de tomate y pimiento, afirman los investigadores.

“La alta persistencia y su eficaz transmisión por contacto obligan a adoptar más medidas de higiene, prevención y desinfección en los invernaderos de las que se tomaban hasta el momento”, puntualizan.El documento, publicado en la web de Interempresas, recoge que las enfermedades transmitidas por virus constituyen un factor limitante para el desarrollo de la horticultura. “De especial relevancia tanto por su número como por las pérdidas económicas que ocasionan, son las producidas por el grupo de los tobamovirus. Entre ellos, el virus del mosaico del tabaco (TMV) es el más estudiado”, señalan. Otro tobamovirus relevante para la horticultura es ‘el virus del mosaico suave del pepino’ (PMMoV) que afecta al cultivo del pimiento.

En cuanto al cultivo de tomate, destaca por su importancia tomato mosaic virus (ToMV). En España, ToMV o ‘Virus del mosaico de tomate’ está ampliamente distribuido. Tiene un rango de plantas huésped amplio, incluyendo razas que afectan tanto a la familia de las Solanáceas como a las familias Aizoáceas, Amarantáceas y Chenopodiáceas, recuerdan los investigadores en su informe.

“Es un virus que puede causar pérdidas severas de rendimiento en el cultivo del tomate. Los síntomas en hoja suelen manifestarse como malformaciones en las hojas (rizamientos), con áreas jaspeadas de verde claro y verde oscuro y deformaciones en fruto. Como todos los tobamovirus, ToMV es muy contagioso, y la transmisión mecánica entre plantas durante el manejo de cultivos es muy eficiente. También como muchos tobamovirus, es muy estable y puede permanecer en el suelo durante meses o años”, indican.

“Debido a la capacidad infectiva de este virus, su control es de gran importancia, y así lo percibe el agricultor ya que el 95% de los cultivares de tomate sembrados en Andalucía son resistentes a ToMV. Desde hace unos años se estaba alertando de la presencia en distintos países de tomato brown rugose fruit virus o virus rugoso del tomate (ToBRFV)”. E insisten en que el peligro radica en la resistencia del nuevo tobamovirus, que implica que la planta sufre la enfermedad porte o no el de resistencia. ToBRFV fue primero detectado en Jordania e Israel, y recientemente se ha descrito en México, Estados Unidos, Alemania, Italia, Turquía, Holanda, Grecia, China e Inglaterra. España, como importante productor de tomate, ha seguido de cerca las noticias sobre las detecciones de este virus en otros países. Finalmente, el Servicio de Sanidad Vegetal de la Junta de Andalucía informó a finales de noviembre del 2019 sobre la detección de ToBRFV en un invernadero de tomate de Vícar.

Los técnicos del Ifapa son optimistas ante las medidas de higiene que se han tomado y aplauden la campaña de información que se ha llevado a cabo

Leticia Ruiz y Dirk Janssen explican que los virus no son agentes patógenos estables sino que sufren mutaciones y recombinaciones que les confieren distintas características que no tenían anteriormente. Este último evento (la recombinación entre otras cepas de tobamovirus) parece ser el posible origen de ToBRFV, manifeistan los autores del informe.

Se transmite por contacto y es importante extremar las precauciones si se viaja a los países donde está presente o si se va a recibir en la finca a personas que lo hayan hecho. Además sus síntomas, como está descrito por otros autores, varían según el cultivar al que infecte”, apuntan.

Los síntomas en hojas son clorosis, mosaico y moteado con estrechamiento de las hojas. En ocasiones aparecen manchas necróticas en pedúnculos, cálices y pecíolos. En fruto, se observan manchas amarillas o marrones, con síntomas rugosos que hacen que los frutos no sean comercializables. El fruto puede presentar deformaciones y tener una maduración irregular. En cambio, en pimiento, puede observarse deformación, coloración amarillenta y mosaico en las hojas. Los frutos se deforman con áreas amarillas o marrones o rayas verdes. Los principales huéspedes de ToBRFV son tomate y pimiento, pero experimentalmente se ha mostrado que Nicotiana benthamiana, N. glutinosa, N. sylvestris, y N. tabacum (tabaco) también desarrollan síntomas de la enfermedad. Además, especies propias de la flora arvense como Chenopodium murale y Solanum nigrum pueden actuar como reservorios de ToBRFV.

Trabajos de inoculación (no con el ToBRFV por estar en cuarentena) que se realizan en el Ifapa para su investigación. Trabajos de inoculación (no con el ToBRFV por estar en cuarentena) que se realizan en el Ifapa para su investigación.

Trabajos de inoculación (no con el ToBRFV por estar en cuarentena) que se realizan en el Ifapa para su investigación.

Los técnicos del Ifapa recuerdan que dado que ToBRFV es un virus emergente y el tomate es un cultivo importante para la Región EPPO (European and Mediterranean Plant Protection Organization), la Secretaría de la EPPO decidió agregarlo a la Lista de Alertas de la EPPO en enero de 2019 y el 1 de noviembre, la Unión Europea (UE) ha declarado este organismo de cuarentena. Este estatus implica que existe obligación para productores, mejoradores y laboratorios, de informar a las autoridades de Sanidad Vegetal cuando exista una sospecha de la presencia del virus en sus cultivos. También se debe establecer los controles que se deberían llevar a cabo por parte de las autoridades competentes en materia de sanidad vegetal para evitar su entrada y, en su caso, propagación en el territorio de la UE.

Permanecen activos en la semilla mucho tiempo

ToBRFV se transmite por contacto (herramientas contaminadas, manos, ropa, contacto directo entre planta y planta) y a través de material de propagación (injertos, esquejes). Así lo recogen los técnicos del Ifapa Leticia Ruiz y Dirk Janssen, que explican que una característica común en todos los tobamovirus es que permanecen activos en la semilla durante grandes cantidades de tiempo, principalmente en la cubierta aunque también se han descrito en el embrión. “En general, este tipo de transmisión no es muy eficiente (a menudo porcentajes menores del 1%) pero es suficiente para introducirse en nuevos territorios y extenderse mediante contacto entre plantas o llevando a cabo las labores culturales que son necesarias en un cultivo hortícola de primor como son la siembra, el injertado, poda, entutorado y recolección.

Se trata de un virus que puede causar pérdidas severas de rendimiento en el cultivo del tomate

En el caso de ToBRFV, al ser un tobamovirus se supone su transmisión por semilla, aunque no está confirmada experimentalmente. Se desconoce por tanto, en el que caso de que así sea, su eficiencia de transmisión y el lugar donde se localizaría el virión (cubierta o embrión), datos importantes a la hora poner a punto técnicas eficientes de desinfección. Experimentos recientes sí que han demostrado que ToBRFV puede ser transportado por abejorros de un invernadero a otro, y transmitido a plantas de tomate sanas durante la polinización. En el caso del ToBFRV en Almería, se destruyeron también de inmediato las colmenas en el invernadero afectado, y se realizó una limpieza profunda de las infraestructuras y de las plantas”, apunta el informe.

“A nivel del invernadero se deben tener en cuenta ciertas precauciones para impedir la entrada y proliferación de esta nueva enfermedad que nos serán también de utilidad para mantener una adecuada higiene y profilaxis ante las enfermedades que se transmiten por contacto en los cultivos hortícolas. Es importante controlar el personal que entra en las instalaciones hortícolas, en este sentido, se recomienda el uso de alfombras en la entrada del invernadero impregnadas de solución desinfectante de probada eficacia y no corrosiva como son los derivados de ácido benzoico o compuestos peroxigenados a las concentraciones recomendadas por el fabricante”, insisten.

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