Miguel López Sierra. secretario general de COAG Andalucía

"Los hombres del campo han hecho un sector agrario potente"

  • Dispuesto a luchar para que Andalucía recupere los fondos que ha perdido con el actual reparto de la PAC, pide una distribución más justa de cara al nuevo marco

Miguel López Sierra.

Miguel López Sierra. / José Ángel García

Veteranía le sobra por su extensa y continuada dedicación al campo andaluz para defender los intereses de los que en él trabajan. E igualmente le sobra entusiasmo, tanto para patearse los campos, como para argumentar en el foro que sea preciso las demandas del sector. Habla claro y denuncia que la política comunitaria da prioridad a los intereses de grandes corporaciones en vez de a los agricultores y ganaderos y pide el amparo de las administraciones porque cree en el campo, en que el sector tiene futuro, por el trabajo que hasta ahora se ha hecho y porque aún queda mucho por hacer a las nuevas generaciones que vienen muy preparadas. Confía en el impulso que va a dar al sector la Ley de Agricultura y Ganadería de la Junta de Andalucía y tiene clara la encomienda que le ha hecho COAG para sacar adelante las líneas estratégicas que se han definido en el recién celebrado Congreso regional. Su trayectoria no por dilatada llega a su fin, sino que acaba de revalidar su puesto como secretario general en Andalucía. Por algo será.

-¿En qué año empezó a ocupar puestos directivos en las organizaciones agrarias? Su figura parece irreemplazable después de este X Congreso.

-En 1985 comencé como responsable local de UAGA-COAG y poco después entré en la Ejecutiva provincial de Cádiz, también era responsable de remolacha de la zona sur de COAG. En 1988 fui nombrado Coordinador Regional y desde entonces he seguido renovando la confianza para ser secretario general de COAG Andalucía. En 1994 fui elegido miembro de la Comisión Ejecutiva de COAG, a nivel nacional, y he sido secretario general de COAG entre 2003 y 2012.

-En la nueva ejecutiva hay un gran equilibrio, tanto en los sectores como en las provincias. ¿Es importante tener esto en cuenta?

-La diversidad tanto de sectores como de territorios significa pluralidad y mayor riqueza de perspectivas, y eso es bueno a la hora de obtener conclusiones y acertar en las propuestas.

-¿Se sentirá cómodo trabajando con esta nueva ejecutiva?

-Por supuesto. Con algunos ya llevo tiempo trabajando y los que se incorporan seguro que van a aportar nuevas ideas y ganas.

-¿Cuáles son las líneas estratégicas de COAG para los próximos años que se han marcado en este X Congreso?

-De este Congreso salen seis resoluciones, que abordan las cuestiones que nos preocupan, como son el Modelo agrario preferente, la PAC, los Costes de Producción, el Mercado y la Cadena agroalimentaria, la Igualdad y la Simplificación, como compromiso mutuo entre la Administración y los agricultores y ganaderos para que se establezcan y se cumplan plazos razonables en la gestión.

En Bruselas no se oye tanto a las organizaciones agrarias como a los 'lobbies' y grandes corporaciones

-¿Cómo ha evolucionado COAG en estos cuatro últimos años?

-Como todas las organizaciones, hemos tenido que apretarnos el cinturón, porque ha habido un contexto económico desfavorable, para poder mantener intacto el nivel y la capacidad de la organización. Nos hemos tenido que adaptar, aunque afortunadamente hemos seguido creciendo.

-'Andalucía: Agricultura de Ley' ha sido el título del X Congreso. ¿Qué han querido decir?

-Es un lema que dice muchas cosas pero se refiere especialmente al trabajo bien hecho, al esfuerzo de los hombres y mujeres del campo andaluz, que han convertido al sector agrario en un sector potente, innovador, imprescindible para nuestra comunidad autónoma, por su capacidad para generar empleo, por vertebrar la población y mantener con vida el medio rural, por contribuir a la conservación del entorno y, sobre todo, por producir unos alimentos que son sinónimo de calidad y excelencia en todo el mundo.

-Ese lema, ¿hace referencia a la nueva Ley de Agricultura de Andalucía?

-Sí, también alude a que Andalucía va a contar con una Ley de Agricultura, cuyo borrador ha sido aprobado por el Consejo de Gobierno y que acaba de comenzar su tramitación parlamentaria, así que queda margen para trabajar. Es una ley que esta organización lleva años reclamando, trabajando, incorporándolo en nuestras propuestas a todos los partidos políticos que concurrían a las elecciones. Y por fin va camino de ser realidad, como norma básica para reconocer e impulsar un sector tan estratégico como el nuestro y marcar criterios de priorización hacia un modelo agrario social y profesional.

Esta organización lleva años reclamando la Ley de Agricultura y por fin va camino de ser una realidad

-¿Cuáles son en estos momentos del año las principales preocupaciones de los agricultores y ganaderos andaluces?

-Nos preocupa, ahora y siempre, que los precios sean tan bajos para todos los sectores, ninguno se escapa, en unos mercados absolutamente desregulados, donde la especulación campa a sus anchas y se producen abusos porque los eslabones más fuertes de la cadena imponen su posición de dominio sobre los más débiles. Nos preocupa que los costes de producción no dejen de incrementarse, de forma descontrolada e inexplicable, porque a menudo suben mientras las materias primas en las que se basan, como el petróleo o el gas natural, bajan. Y también nos inquieta la meteorología: que llueva bien, para lo que está por sembrar, para los pastos de la otoñada, para los acuíferos, para los embalses, etc.

-¿Cómo va a sobrevivir el sector agroalimentario andaluz con la actual PAC?

-Peor de lo que debería. Con el recorte de Bruselas, España perdió un 0,64% de su presupuesto mientras en Andalucía se redujo un 4,16%. El Ministerio de Agricultura, con la aplicación que diseñó para España, provocó que Andalucía pierda, entre el primer y segundo pilar, casi 900 millones en todo el periodo. Para nosotros, esto es obviar el origen de los fondos y es inaceptable, por eso no vamos a parar hasta que se nos devuelva lo que merece el interés general de Andalucía.

-¿Cuáles son las prioridades a mejorar de cara a la PAC post 2020?

-Un reparto más justo de los fondos, teniendo en cuenta el modelo agrario profesional y con un equilibrio territorial y de solidaridad entre sectores dentro de la propia comunidad autónoma, sin olvidar la actividad agraria que generó los derechos.

-¿Se oye en Bruselas la voz de las organizaciones agrarias suficientemente?

-No tanto como la de los lobbies y las grandes corporaciones, cuyos intereses defiende la Comisión, por encima de los de los agricultores y ganaderos y por encima del interés general de los ciudadanos, por eso la PAC avanza a marchas forzadas hacia la desregulación, la desaparición de mecanismos de ordenación de mercados o la deslegitimación de las ayudas al desvincularlas de la actividad y el empleo.

-Pese a todos los tropiezos, el sector agroalimentario andaluz en los últimos años se ha modernizado y sus producciones compiten en primer nivel en los mercados internacionales. El sector sigue teniendo futuro ¿O no?

-Tiene futuro, debe tenerlo, porque no se puede tirar aquello en lo que tanto hemos invertido, con tanto esfuerzo. El sector agrario quiere tener futuro. Estamos dispuestos, y detrás viene una generación formada, con ganas, a la que hay que ayudar. Las administraciones no pueden mirar para otro lado. Han de apoyarnos, económicamente, pero también con una política comprometida, valiente, que nos permita desarrollarnos y crecer. Porque Andalucía lo necesita.

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