Relaciones internacionales

Cunde el temor a ser moneda de cambio en el trato con Mercosur

  • Los ganaderos son los más perjudicados en las ofertas que se barajan para la reunión del 11 de mayo. El sector agrario europeo se opone al inicio de conversaciones sin un estudio de impacto.

El anuncio de la reanudación de negociaciones e incluso de un intercambio ya formal de ofertas para el 11 de mayo entre la UE y Mercosur (mercado común de países sudamericanos) ha puesto muy nerviosos a los agricultores y ganaderos europeos, que están viendo -por las filtraciones de las ofertas- que serán la moneda de cambio en la negociación, con un bloque que ansía introducir en Europa sus productos cárnicos y agrarios a cambio de abrir sus puertas a otros sectores europeos.

Ahora mismo, España abandera la urgencia por comenzar estas negociaciones mientras que Francia -donde los agricultores tienen mucho más peso- trata de posponerlas, para que no se inicien sin contar antes con un estudio de impacto en los "sectores sensibles". Las negociaciones con Mercosur -el bloque que agrupa a Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia y Paraguay (además de Venezuela, que no participa en la negociación) y que representa más del 80% del PIB de Sudamérica- han tomado impulso tras el cambio de Gobierno en Argentina y la reciente visita del presidente de Uruguay a la UE. Se prevé que en mayo se produzca el primer intercambio de ofertas y probablemente una ronda de negociación en septiembre.

Según el director de Relaciones Internacionales de Asaja, Ignacio López, se ha filtrado una primera oferta comunitaria en materia de contingentes europeos para la importación de Mercosur que, en los sectores ganaderos, abarcaría casi 80.000 toneladas de carne de vacuno (sin hormonas) con un arancel del 7'5%; otras tantas de pollo y pavo, con un derecho de entrada de algo menos de 50 euros por tonelada; 3.000 toneladas de cerdo en piezas de calidad y algo más de 9.000 toneladas de despiece y menor calidad con un derecho de 83 euros por tonelada; 2.000 toneladas de carne de ovino con un derecho del 6,4 % ; 20.00 toneladas de queso (226 euros/tonelada) y 13.000 toneladas de leche en polvo (251 euros/tonelada).

En importaciones de productos agrícolas la oferta comunitaria afectaría a 700.000 toneladas de maíz y 200.000 de trigo blando con un derecho de 6 euros/tonelada; 40.000 de arroz, con un derecho de 15 euros/tonelada; 10.000 toneladas de ajos sin derechos, a la que se podría añadir un contingente libre de derechos de 1.100 toneladas de productos transformados a base de azúcar. La oferta también cubriría unas importaciones con derechos de entre 6,4 y 4,4 euros por hectolitro de etanol.

Asimismo, según estimaciones de los servicios técnicos de COAG, sobre la base de los datos de producción del Ministerio Agricultura y la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea, el acuerdo podría suponer unas pérdidas anuales de entre 1.800 y 2.100 millones de euros para el sector de vacuno de carne en España. En el caso del sector avícola, las pérdidas serían alarmantes. También se verían seriamente afectados sectores como el porcino, la remolacha azucarera y determinadas frutas y hortalizas (melón y cítricos), tanto en fresco como transformadas.

Las organizaciones agrarias europeas, reunidas en el Copa-Cogeca, ya se han posicionado firmemente en contra de estas ofertas comunitarias, que también están siendo muy discutidas en el seno del Consejo de Ministros de Agricultura, tal como se puso de manifiesto en la reunión que tuvo lugar en Luxemburgo. Durante esa reunión de ministros de Agricultura, unos 20 de ellos, se posicionaron en contra de realizar, durante las negociaciones de libre comercio con Mercosur, ninguna oferta en el capítulo agrícola que incluya a productos sensibles. El presidente de la Cogeca, Thomas Magnusson, quién alabó ala postura de estos ministros de Agricultura, también advirtió de que "esas ofertas tendrían consecuencias catastróficas para el sector agrícola europeo, en particular para el vacuno".

Magnusson destacó en sus declaraciones que los agricultores europeos ya están pasando por una crisis y expresó sus serias dudas en cuanto a las negociaciones comerciales con Mercosur, en particular porque varios estudios han demostrado que de firmarse un acuerdo, el sector agrícola de la UE podría perder 7.000 millones de euros. En este sentido, el presidente del COPA-Cogeca dijo que hay que considerar además que Mercosur es ya el primer exportador de materias primas agrícolas hacia la UE. "En concreto, -subraya- un 86% de la carne de vacuno y un 70% de la carne de ave importada procede de estos países. Por consiguiente, "no necesitan contingentes adicionales libres de arancel para incrementar su comercio hacia la UE, especialmente porque sólo dejan entrar limitadas cantidades de nuestra carne de vacuno en sus países". Por lo demás, estas importaciones no cumplen con las exigentes normas medioambientales y de calidad de la UE, y aún quedan pendientes ciertas preocupaciones en lo relativo a los aspectos de seguridad de la producción de carne en estos países, como por ejemplo, la trazabilidad. Asimismo, el Copa-Cogeca recuerda que "la Comisión también había prometido a los ministros la publicación de un estudio de impacto antes de presentar una oferta; promesa que no se ha cumplido".

Por su parte, y ya a nivel nacional, Cooperativas Agro-alimentarias de España ha expresado igualmente sus reservas por un probable aumento de las concesiones que puedan ofertarse por la Comisión en el sector agrícola, especialmente en sectores ganaderos como el porcino, el vacuno y el avícola, así como en otras producciones mediterráneas, como el ajo y el zumo de naranja.

Para Cooperativas Agro-alimentarias de España la propuesta de Mercosur para el sector porcino, avícola y vacuno es desmesurada, especialmente en vacuno y avícola, donde se demanda a la UE una concesión de 300.000 y 250.000 toneladas respectivamente. En el caso del sector porcino Mercosur demanda 20.000 toneladas de concesión, que perjudicarían al sector europeo y español.

Respecto al zumo, la UE importa el 90% del zumo de naranja de Brasil, siendo ya altamente dependiente de este país, que dicta el precio. Según estimaciones de Cooperativas Agro-alimentarias de España la UE no puede ser competitiva con Brasil bajo las actuales condiciones. Un agricultor europeo necesitaría 20 céntimos de euro por kilo de coste para poder estar en condiciones de competir

En cuanto al ajo, España representa casi el 50% de la producción de ajo en la UE, siendo un cultivo muy importante desde el punto de vista social, económico y medioambiental. Asimismo, Argentina es el segundo proveedor de la UE con un contingente de 19.000 toneladas que no está plenamente utilizado, por lo que "un aumento de este contingente no tendría sentido".

Con estos datos, Cooperativas Agro-alimentarias de España ha pedido sensibilidad a las autoridades comunitarias sobre las consecuencias de un acuerdo agrícola desequilibrado para muchos sectores comunitarios, tanto para los ganaderos, presentes en toda la UE, como para aquellos otros sectores considerados menores pero de enorme importancia social y económica en aquellas regiones donde se producen, donde cualquier concesión extra podría suponer su desaparición.

Coooperativas, al igual que el COPA-Cogeca destaca que Mercosur ya es actualmente el mayor exportador de productos agrícolas y ganaderos a la UE, pero mantiene sus mercados prácticamente cerrados a las exportaciones procedentes de la UE.

En este asunto, los agricultores y ganaderos españoles no tienen a su Gobierno detrás como lo tienen los franceses. España está abanderando directamente junto con Argentina el cierre de una alianza "a contrarreloj" en el mes de mayo, según algunas fuentes, para que el acuerdo esté listo antes de que Venezuela -considerada detractora del mismo y que de hecho no participa en las negociaciones- asuma la presidencia de Mercosur, que ahora mismo ostenta Paraguay.

En el otro lado, Francia se opone incluso a que comience ese intercambio de ofertas en mayo, que supondría el arranque de la negociación formal. Francia ha pedido que se posponga la cita hasta que se concluya un estudio sobre el impacto que las concesiones en este u otros acuerdos comerciales tendrían sobre el sector agrícola. Los franceses no van solos. Cuentan con el apoyo de otros 12 países europeos: Polonia, Austria, Grecia, Irlanda, Hungría, Rumanía, Lituania, Estonia, Letonia, Chipre, Eslovenia y Luxemburgo, que se enfrentan al resto de socios encabezados por España, Alemania, Italia, Portugal, Reino Unido, Suecia y Alemania.

Por su parte, la CE se aferra a que "el Consejo dio un mandato negociador con un amplísimo apoyo. La decisión última corresponde a la Comisión, que debe escuchar la opinión de los Estados". El pasado 27 de noviembre, los responsables de Comercio de los 28 dieron luz verde al arranque de las negociaciones, pese a la oposición de Francia, que alegó que la oferta de Mercosur solo cubría el 87% de las líneas tarifarias y no el 89%, como se exigía. "Ha quedado claro que hay una amplísima mayoría de Estados que quieren ese intercambio de ofertas y confiemos en que la Comisión tome la decisión correcta", declaró entonces el secretario de Estado de Comercio español, Jaime García-Legaz.

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