Huelva

Desayuno sin diamantes

  • La Plataforma Pobreza Cero celebró ayer un desayuno solidario para promocionar el comercio justo

La Plataforma Pobreza Cero de Huelva organizó ayer un desayuno solidario en la Diputación Provincial de Huelva con el fin de que todos los miembros de la corporación, incluida su presidenta Petronila Guerrero, conocieran y se comprometieran con el uso y consumo de productos de comercio justo.

Un desayuno sin diamantes... pero compuesto por café natural, descafeinado, chocolate negro, blanco, galletas, azúcar blanca, morena y una tarta negra elaborada con chocolate negro y naranja... con el que las organizaciones convocantes -Plataforma la forman Acción Alternativa, Asociación Derechos Humanos, Caritas ,Cepain, Dos Orillas, Fundación Triángulo, Intermón Oxfam, Mundo Solidario, Tareas Solidarias-Caravana Por la Paz, Almoradux- querían reivindicar que este año "hay 50 millones de personas que pasan hambre y que la crisis alimentaria afectará a más de 100 millones de personas, lo que supone un retroceso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, Retroceso que incide, especialmente en la meta principal de estos objetivos, que no era otro que el de erradicar el hambre y la pobreza y reducir a la mitad el porcentaje de personas que viven con un dólar diario", informaba Nidia Mora, portavoz de esta plataforma solidaria.

Este desayuno quiso además servir para insistir en "la importancia de establecer unas reglas comerciales que contribuyan a la construcción de un mundo donde el crecimiento económico vaya acompañado de justicia social, igualdad de género, sostenibilidad social y ambiental y respeto a los derechos humanos y la diversidad cultural. En este sentido desde la Plataforma Pobreza Cero se entiende que el comercio justo y el consumo responsable son medidas que a nivel institucional e individual pueden contribuir hacer realidad los objetivos y metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio".

En un momento como el actual, en que el consumo mundial se ha disparado hasta niveles insostenibles provocando una de las mayores crisis de la historia, "es de vital importancia acostumbrarse a ejercer un consumo responsable, es decir, que no exceda nuestras necesidades reales, genere la menor cantidad de residuos posible y, sobre todo, se realice con conciencia, ética e información suficiente sobre las condiciones laborales, ecológicas y sociales en las que han sido elaborados los productos y servicios que adquirimos", aconsejaba Mora.

En este sentido, el comercio justo es el camino más corto para convertirse, con un solo gesto (el de la compra), en consumidores responsables, y contribuir al bienestar de los trabajadores del Sur, garantizando su acceso a los mercados del Norte bajo criterios éticos y transparentes. "La cadena productor-organización importadora-tienda-consumidor reduce al mínimo los intermediarios, que en el comercio convencional son los que se embolsan el máximo beneficio".

Por tal motivo, los productos de alimentación sí son ligeramente más caros, ahora bien: "un producto de comercio justo nunca puede compararse con el que está de oferta en una gran superficie, ya que los impuestos derivados en su largo camino los paga el consumidor nunca el agricultor para que así cobre por su trabajo lo que realmente merece".

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