La Palma del Condado acoge este fin de semana la XX Muestra de Habas con Poleo, una de las citas gastronómicas más importantes de la comarca en la que miles de ciudadanos degustan esta receta milenaria.

En esta edición el vino es uno de los coprotagonistas para la que se descorcharan los mejores caldos que se alumbran en el municipio. De este modo, los visitantes tienen la oportunidad de catar la diversidad de caldos que elaboran las bodegas con las distintas variedades de vid que se cultivan en la zona; todas ellas amparadas por la Denominación de Origen de Vinos, Vinagres y Vino Naranja Condado de Huelva.

El alcalde, Manuel García Félix, destacó que con esta cita gastronómica "ponemos en valor nuestro plato más típico", servido en un marco incomparable como la Plaza España en la que las hermandades y colectivos sociales y deportivos toman el protagonismo al ofrecer estas y otras delicatessen de la cocina local. Precisamente el edil destacó el papel de estos colectivos, que han contribuido de forma decisiva a dar lustre a la cita. Sólo en la pasada edición se contabilizaron más de 3.000 visitantes que se acercaron a unos expositores por los que pasaron un total de 7.000 personas.

Conscientes del potencial turístico en el que se ha convertido la cita, en esta edición el Ayuntamiento ha instalado una carpa de información para que los visitantes puedan conocer de primera mano el patrimonio monumental de La Palma, así como las actividades de ocio que pueden desarrollarse en los parajes del Pantano del Corumbel, en la vía verde del Río Tinto y las actividades culturales en el Año de Cervantes, que llenarán de contenido literario el calendario de este 2017. García Félix adelantó que este año se repartirán folletos y se regalarán un millar de catavinos con una serigrafía: "La Palma, Ciudad del Vino".

Las habas con poleo son un plato icónico del municipio, de extrema sencillez pero que en la localidad logran obtener el punto exacto de cocción y hacen uso del mejor poleo fresco, lo que le confiere ese sabor tan singular. En su elaboración se lava el poleo y se pelan los ajos. Las habas se extraen de su vaina y se limpian generosamente con agua. En una olla se vierte la leguminosa junto con el poleo, los ajos tiernos, una rodajita de limón y abundante sal, ya que esta ha de penetrar a través de su cáscara. En el fuego se deja hervir unos cinco o seis minutos. Una receta sin ciencia ni misterio y al alcance de cualquier bolsillo. Sin embargo, el secreto, la alquimia que convierte el plato en un tesoro gourmet, radica en utilizar la mejor materia prima: habas del tiempo, poleo y ajos frescos.