Los villancicos más flamencos protagonizaron en la jornada de ayer las zambombas de las hermandades rocieras onubenses. Huelva y Emigrantes celebraron en sus casas de hermandad, con cante del bueno y fines solidarios, una auténtica fiesta que estuvo respaldada por cientos de ciudadanos ávidos de pasar un buen rato.

El tiempo acompañó a la fiesta. El sol lució radiante durante todo el día. En la plaza de Paco Toronjo la Hermandad del Rocío de Huelva había colocado, para beneficio de organizaciones humanitarias como Madre Coraje o Proyecto Hombre, varios puestecillos para el disfrute de pequeños y mayores. Después de "seis o siete años" de celebración de la Zambomba ésta toma la plaza por primera con la instalación de este mercadillo solidario, precisó a este diario el vocal de Protocolo de la filial, Antonio Sánchez. Pero también con los tenderetes de algodón de azúcar o buñuelos, una delicia para el paladar.

Para entrar a escuchar la Zambomba, que se inició a las 13:00 y se alargó durante doce horas, bastaba con aportar un kilo de algún alimento perecedero. "También hemos lanzado una campaña urgente de recogida de aceite, adquiriendo 300 litros de un gran almacén para que los hermanos la paguen y poder donarla a quien la necesita", recalca Sánchez.

En el patio porticado de paredes blancas, con una candela en el centro rodeada en un primer anillo por flores de pascua y en el segundo por decenas de almas jaleando, cantando, tocando la guitarra y las palmas al compás, se celebró por todo lo alto la Zambomba flamenca de Huelva. En total, 18 grupos y solistas pasaron por este corro navideño de la alegría: el coro joven de la Hermandad de Huelva, Casualidad, Gloria Bendita y Gema Martín, Calle Botica, Ángeles y Jessica Vargas, el coro Senderos de Huelva, Marta Gómez, Pinares, los campanilleros de la Esperanza, el coro de la Guardia Civil, el coro Cristina Pinedo, Aires de Huelva, Regina, Viejo Candil, Cinta Díaz, Limeranza, Grana y Oro y el coro de la Hermandad de Huelva.

La Navidad es muy solidaria en la filial, que pone a ahora todos sus esfuerzos en la creación de su propia fundación, con la que va a construir un centro de equinoterapia con huertos terapéuticos que instalará en La Ribera, donde ya dispone de los terrenos. Para conseguir fondos ha organizado para el próximo viernes en la Casa Colón la gala La dulzura de la Pascua, una auténtica celebración navideña y flamenca que protagonizarán Antonio Reyes Montoya, cantaor de Chiclana ganador del giraldillo al cante de la XVIII Bienal de Flamenco en 2014; el cantaor jerezano Jesús Méndez, familiar de la Paquera de Jerez y que logró en 2008, con su primer disco, el Premio Nacional de la Crítica al mejor Disco Revelación; y la rocianera Regina, cantaora onubense tan reconocida que ha logrado multitud de premios y actuado por toda la geografía española. Los interesados pueden asistir al concierto benéfico por sólo 10 euros.

En el Paseo de Las Palmeras, otra hermandad rociera, la de Emigrantes, pasaba una intensa tarde de cante navideño para el disfrute de todos los participantes. Para abrir boca, a las 18:00 tuvo lugar una degustación de dulces y chocolate con churros. Luego, en el patio de la casa hermandad y bajo la atenta mirada de los componentes de su peculiar Nacimiento -con la fachada de la ermita del Rocío y la concha peregrina dando cobijo a María, José y el Niño-, se inició la fiesta. Fue Andrés Pérez Parra el encargado de dar paso a los nueve grupos y solistas que amenizaron la tarde. En este caso fueron la Escuela de Tamborileros de Emigrantes, el coro de la Guardia Civil, el coro Senderos, el coro de Emigrantes, Grana y Oro, Quintín Carvajal, Marta Gómez Marín, Merchi Castilla Fernández y los propios hermanos de la filial.

Todo lo recaudado en la Zambomba se destinará a la obra social de la Hermandad, que aprovechó también para recoger alimentos para su bolsa de caridad.