Los residentes del Centro de Mayores y Dependientes de Cartaya podrán disfrutar desde esta semana de material específico para algunos de sus tratamientos. En concreto dispondrán de un ordenador con pantalla táctil equipado para la realización de ejercicios con números, colores o formas para la potenciación de la capacidad cognitiva de personas con alzhéimer; tres escaleras de mano y diverso material para trabajar la psicomotricidad fina de los miembros superiores; y un bingo adaptado a los propios usuarios del centro.

Todo ello, gracias a la solidaridad del grupo de teatro formado por una decena de madres y un par de padres de alumnos del Colegio Juan Díaz Hachero de Cartaya que, por noveno año consecutivo, se subieron a las tablas del Teatro del Centro Cultural de la Villa para representar una obra y destinar los beneficios a un fin benéfico concreto.

Este año fue El Jorobado de Notre Dame, adaptación de la obra literaria francesa Nuestra Señora de París, de Víctor Hugo, que fue representada los días 8 y 11 de febrero, para la cual el guionista del grupo, Rafael Álvarez, realizó un original guion de la desdichada historia que protagonizan en la novela que el autor francés escribió en el año 1831 la gitana Esmeralda, el jorobado y sordo Quasimodo, y el archidiácono Claude Frollo, en el París del siglo XV.

La taquilla obtenida gracias a las representaciones permitió a este grupo de padres solidarios y enamorados al mismo tiempo de las artes escénicas, comprar dicho material que entregaron esta semana a la directora del centro de mayores, Rocío Andivia, y que fue muy bien acogido por los usuarios de la residencia.

El grupo de teatro de madres y padres del CEIP Juan Díaz Hachero de Cartaya nació hace nueve años en el marco de las actividades extraescolares de dicho centro educativo con una clara motivación solidaria.

Desde entonces han representado numerosas obras adaptadas por ellos mismos como por ejemplo La posada de Elías, El bosque de Maricastaña, Blancanieves, Aladín, La Cenicienta, La Bella y la Bestia o Mary Poppins, con la particularidad de que los beneficios de cada obra los han destinado a ayudar a algún colectivo local o provincial con necesidades. La recaudación de Mary Poppins, el estreno del año pasado, la destinaron a los niños ingresados en el Área de Oncología del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva. Aprovechando la entrega del material al Centro de Mayores y Dependientes, las madres del grupo de teatro cartayero quisieron sorprender a los residentes del centro obsequiándolos con una tarta y con una fotografía enmarcada de uno de los momentos de su representación de El Jorobado de Notre Dame, dedicada a todos los mayores.