El yacimiento arqueológico de Tejada La Vieja, en Escacena del Campo, tiene ante sí un horizonte nuevo tras el acuerdo suscrito por el Ayuntamiento condal, la Universidad de Huelva y la Asociación Cultural Scatiana para fomentar el turismo hacia esta antigua ciudad tartésica.

Con la puesta en marcha de la web www.tejadalavieja.com, el yacimiento arqueológico escacenero ya cuenta con un portal en el que se pueden gestionar visitas turísticas y obtener información básica acerca de su muralla, su urbanismo, su cultura y sobre la historia de las excavaciones.

Habrá dos modalidades de visita: una periódica, que se realizará quincenalmente, sujeta a la disponibilidad de plazas; y otra extraordinaria, para grupos, que habrá de concertarse previamente. En ambas modalidades, un grupo de voluntarios miembros de la Asociación Cultural Scatiana, facilitarán el acceso y guiarán a los visitantes.

La Asociación Cultural Scatiana es la encargada del mantenimiento de la referida web y de las visitas. Nació en 2003 para defender, difundir y promocionar los valores culturales y naturales de Escacena del Campo y de la comarca histórica del Campo de Tejada. En este sentido, la conservación de Tejada la Vieja ha sido una de sus mayores preocupaciones a lo largo de estos años de existencia.

El lanzamiento de este portal supone la culminación de un acuerdo tripartito para la difusión de Tejada la Vieja que se firmó el pasado mes de julio entre la Universidad de Huelva, gestora del yacimiento; el Ayuntamiento de Escacena del Campo, que participa con la Universidad en su gestión y mantenimiento; y la propia asociación.

Tejada la Vieja fue declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica en 2007. Supone una muestra única de urbanismo turdetano y tartésico, dos de las civilizaciones más icónicas y enigmáticas de la historia de la Península Ibérica.

Es, además, uno de los pocos ejemplos que hay de ciudad protohistórica prácticamente inalterada por el asentamiento en su solar de posteriores civilizaciones como la romana.

Su emplazamiento, en las primeras estribaciones de la sierra, se explica por la necesidad de controlar las minas cercanas y las rutas que distribuían el mineral desde sus lugares de extracción hasta los centros trasformadores y exportadores de la costa.

Tejada la Vieja proporciona, por tanto, una valiosa información acerca del peso que la minería tuvo en la sociedad tartésica. Por otro lado, en su urbanismo se encuentran elementos propios del mundo fenicio y elementos de la cultura local, lo que ayuda a entender el papel que los fenicios tuvieron en el origen y desarrollo de Tartessos.