Vivir en Huelva

Nayeros de Riotinto evocan el antiguo poblado minero

  • Más de 100 personas se reúnen en las inmediaciones de la ruinas de la que fuera su pedanía y proyectan la rehabilitación de una de las zonas

Más de un centenar de nayeros procedentes de diferentes puntos de la geografía nacional han vuelto a reunirse por quinta vez consecutiva en las inmediaciones de las ruinas del antiguo poblado minero de Naya para recordar todo tipo de vivencias en torno a la antigua pedanía de Minas de Riotinto.

La Asociación de Nayeros, presidida por Ernesto Moreno, espera contar para la próxima convocatoria con una sede propia en el lugar donde se reúnen cada año, junto a lo que queda del matadero y la panadería de Juan Pajares, en las inmediaciones donde se ubicaba la iglesia.

Es la quinta vez consecutiva que se reúnen nayeros de toda España

Moreno asegura tener presentados ya todos los proyectos necesarios para rehabilitar la zona. "Lo único que estamos esperando es que tanto la Diputación de Huelva como el Ayuntamiento de Minas de Riotinto nos den luz verde a las solicitudes presentadas para afrontar con garantías esta empresa. Nosotros pondremos la mano de obra", aclara.

Los orígenes de este encuentro se remontan a una primera reunión informal en una cervecería de Huelva en la que seis nayeros comenzaron a especular con la posibilidad de hacer un encuentro en su tierra natal. Internet y las redes sociales hicieron el resto. Al poco tiempo ya estaba organizando el primer encuentro en el que participaron más de 200 personas. "Vinieron nayeros hasta de Francia", subraya Moreno.

Los recuerdos y la emoción no tardan en salir a flote en este tipo de encuentros. Antonio Romero, nayero de 92 años, emigrante en Barcelona retornado a la tierra minera, cazador y amante de los cantes de Huelva, recuerda su trabajo limpiando la famosa chimenea de Pirita de la Fundición. Mientras, Rafael Ortega, afincado en Madrid, hijo del que fuera último alcalde pedáneo de Naya, visita el lugar en el que depositó las cenizas de sus padres. Todos tienen un rincón que visitar para reconstruir en sus mentes la Naya que vivieron: hogares que habitaron, calles que recorrieron jugando con amigos de la infancia, etcétera.

Además, los nayeros que han participado en este nuevo encuentro han disfrutado de un paseo en el tren minero de la Fundación Riotinto, así como de la gastronomía de la tierra en varios restaurantes de la zona. Tampoco han faltado los reconocimientos y el intercambio de todo tipo de detalles, como el reloj con el que han obsequiado al presidente de la asociación, la sevillana dedicada a Naya compuesta por Luis Carlos Moreno y cantada por Rafa Prada o el cuadro del pueblo que Manola Álvarez se lleva para Bilbao después de ganarlo en sorteo.

En definitiva, un nuevo encuentro de nayeros en el que sus participantes han vuelto a coincidir en lo felices que fueron viviendo en este rincón de la Cuenca Minera de Riotinto que comenzó a despoblarse a principios de los años setenta del siglo pasado, como consecuencia del traslado a la Fundición de Huelva y del desmantelamiento del Concentrador.

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