Más de una treintena de alumnos de sexto curso de Primaria del Centro Maestro Juan Díaz Hachero se han despedido de dicho ciclo educativo de una forma muy original: interpretando el conocido musical Hairspray tras cinco meses de ensayos.

La iniciativa, promovida por la profesora de Música de dicho centro, María Jesús Morales Rojas, que además ha sido la directora y coordinadora general de la representación, se ha llevado a cabo por todo lo alto en el teatro del Centro Cultural de la Villa de dicha localidad costera, sobre cuyas tablas se han subido en varias ocasiones a lo largo de la presente semana con el objeto de que ningún alumno, ni los padres del centro, se quedasen sin disfrutar de la obra.

Los estudiantes ensayaron la obra musical durante los últimos cinco meses

La representación ha estado marcada por el desparpajo que sobre el escenario han mostrado los menores y por las buenas maneras que muchos de ellos han apuntado en distintos ámbitos de las artes escénicas, como la interpretación en sí o el baile.

Hairspray es un conocido musical ambientado en el Baltimore de principios de la década de los sesenta del siglo pasado, cuando los ritmos musicales procedentes en su mayoría de los afroamericanos (rock and roll, twist o madison), hicieron furor entre la juventud de la época. La televisión estaba en pleno desarrollo e invadía los hogares estadounidenses con el famoso concurso musical The Buddy Deane Show. Basado en dicho concurso y en las circunstancias de la época, el director cinematográfico John Waters pone de manifiesto, de una forma divertida a través de un film, la discriminación sufrida por las mujeres con sobrepeso, y la racial contra los afroamericanos.

La trama se desarrolla en Baltimore, mediana ciudad del noroeste de EEUU. Tracy y Penny, dos amigas y alumnas del instituto de la localidad, como todos los jóvenes están locas por el baile, con los nuevos ritmos y, cómo no, les gustaría participar en el popular Show de Corny Collins, famoso presentador del concurso de baile Miss Hairspray que patrocina el fabricante de una conocida marca de laca para el pelo de la época. El problema es que Tracy es gordita y su amiga Penny muy tímida. También tienen el hándicap de que una envidiosa y cursi compañera de curso, Amber, es hija de Velma, la productora del show.

Entonces, a las personas de color sólo se las permitía participar un día al mes en la tele, el conocido como Día del negro. Pero Tracy ha entablado amistad con un grupo de chicos negros, entre los que se encuentra Seaweed, que le enseña a bailar nuevos ritmos. Él es hijo de la señora Maybelle, dueña de una tienda de discos y presentadora del Día del negro.

Tracy se solidariza con estos nuevos amigos y acaba detenida por participar en una manifestación contra el racismo, la segregación y la desigualdad entre blancos y negros. Será Link, el cantante del programa y novio de Amber, el que la libere y logre finalmente que en el conocido show actúen jóvenes de ambas razas.

El musical se estrenó como película en el año 1988, escrita y dirigida por John Waters, con música de Kenny Vance. En 2002 se representó un musical en Broadway y basado en éste se rodó un remake del primer film que vio la luz en 2007, que fue probablemente el más famoso al figurar en su reparto los conocidos actores John Travolta y Michelle Pfeiffer.

El musical representado por los escolares cartayeros lo protagonizan Natalia Pereira en el papel de Tracy, Lourdes Royo en el de Edna, Manuel Vázquez (Link), J. Alejandro Alonso (Corny), Bianca Lazara (Velma), María González (Amber), Oumar Sow (Seaweed), Lucía Gloria (Penny), Juan Alcántara (Wilbur), Mercedes Pedraza (Pruddy), Isabel Rodríguez (Maybelle), Julia Ramblado (Inez), Salvador Gómez (Sr. Spritzer), o Juan Pérez (Sr. Pinky).

El vestuario, las gestiones de apoyo, la carpintería y los decorados han corrido a cargo de los padres y el profesorado del centro, mientras que el diseño y la ejecución de los decorados y el atrezo ha sido obra de los populares hermanos Macías de Huelva. Igualmente han colaborado en la iniciativa varias empresas de Cartaya y la Diputación de Huelva.