Vivir en Huelva

El Ajolí avanza en el clasicismo flamenco

  • La colección 'Cruzando Fronteras' innova de la mano de Pepe Jiménez en una línea tradicional

  • Los trajes desfilan por las mejores pasarelas durante el año

Andalucía no se entiende sin el flamenco. Ni dentro de ella ni fuera. Una seña de identidad que navega entre sus raíces y que se expresa con el alma rota en cantaores, devociones, sevillanas y fandangos. Y una lista interminable de una cultura que se abrocha como auténtica religión hasta en su forma de vestir. En plena temporada alta cuando se preparan las diferentes ferias y romerías, las marcas de moda desfilan en pasarelas para presentar su colección. Los trajes y los complementos ya lucen en escaparates a la espera de brillar en la calle.

La moda flamenca adquiere tintes de alegría y una felicidad que se fragua de generación en generación. Una moda que no se diluye con el tiempo, que permanece ahí como tal y que se exporta a la velocidad de la luz.

El diseñador vocacional es pionero en Huelva, donde arrancó su trayectoria en 1981

A través de una mente creativa y pionero en Huelva, desde 1981 Pepe Jiménez situó la moda flamenca en la provincia por vocación. Junto a él, cinco modistas comenzaron una aventura que todavía hoy se mantiene. Tanto, que ya son 37 campañas a sus espaldas y 36 años en la profesión.

"Estuve tres años en Madrid haciendo un curso de decoración" y fue justo ahí "cuando me surgió lo que fue la idea, la combinación de colores y demás", explica Jiménez, quien desde una romería que se hizo en San Bartolomé en aquellos años en los que en "Huelva no había nada, se me ocurrió la idea del taller de trajes de flamenca". Desde entonces, El Ajolí, su marca empresarial, se ha definido como un concepto de la moda flamenca. Desde la influencia en las campañas anuales hasta una línea marcada en el estilo clásico, que innova, pero siempre dentro de unos límites tradicionales.

El punto de inflexión para El Ajolí fue desfilar por la pasarela Cibeles en 1988, aunque en su trayectoria guarda especial recuerdo de otros trabajos como el 35 aniversario de la muñeca Barbie, a la que "le hicimos 42 diseños de flamenca" y a los cinco años repitieron en el 40 aniversario con una exposición que se realizó en Barcelona. "Se hicieron 35.000 unidades que se comercializaron para coleccionistas a nivel mundial". Además, participó en una exposición en la Unesco en los años 80 y desfilaron en París junto a otros diseñadores andaluces, donde "nos inspiramos en el flamenco pero adaptado a la moda de calle, ya era distinto".

Pepe Jiménez no enfoca sus creaciones en una obra culmen diferente a las demás puesto que "han sido tantos modelos que he perdido el control", aunque sí es cierto que la colección de este año es "de las mejores que hemos hecho. No por nada, sino porque lo notas a nivel público. La gente te felicita y te da la enhorabuena". Cruzando Fronteras titula una colección que inspiró a El Ajolí un puerto antiguo de Portugal en los trazos marineros, y en Marruecos, traducido en el empleo de gasas de colores fuertes.

La colección de este año ha desfilado en diferentes pasarelas como la de We Love Flamenco en Sevilla, donde desfilaron con alrededor de 43 trajes; o en la Pasarela Doñana, donde presentaron 90 diseños. En cada desfile se adaptan al gusto y la zona. "Aunque todos pertenecen a la misma colección, todos son modelos distintos. Ya tenemos 170 y vamos subiendo poco a poco. Vamos reelaborando y modificando modelos iniciales".

Tras tantos años en el diseño, Jiménez asegura que "la inspiración te viene en un momento dado, soy yo mismo". Eso sí, las innovaciones las utiliza hasta un punto, "una cosa muy clásica y muy nuestra". Hace años los tipos de traje que existían eran "demasiado cargados, muy barrocos, y nosotros les dimos un giro más sencillo".

Con todo, en el apartado de las tendencias, "por mucho que quieras inculcar un color, no sirve", asegura. "Es cierto que hay influencias, tanto de nosotros como de la moda de calle y tenemos la suerte de que van muy acordes", y en cuanto colores "pasa lo mismo".

El Ajolí no para. Ni en vacaciones. Ningún mes cesan las ideas y el trabajo. Y de fondo vislumbra nuevas pasarelas en verano por puntos de la provincia que marcarán de nuevo su estilo propio. El traje de flamenca en el sentido más estricto de la palabra.

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