SERVICIO de Transporte Aéreo, Marítimo, Terrestre con Cobertura Nacional e Internacional. Así reza la tarjeta profesional de Francisco Herrero León (Sevilla, 1942) como presidente del Grupo Lamaignere. Pero esos camiones, aviones y barcos que fletan en su despacho nunca viajarán con la eficacia con la que este hombre pilota su memoria de niño que nació en el número 14 de la calle San Esteban. "Sevilla terminaba entonces en la Puerta Carmona". Desde su despacho de la Cámara de Comercio, que ha cedido para una película hispano-marroquí sobre la isla de Perejil, viaja en un Audi hasta la Sevilla de sus primeros pasos.

Nació en pleno verano del 42, como la película de Robert Mulligan. "Nosotros vivíamos en el 14. A un lado, vivían los Silva, que tenían una droguería. De ahí salió Mercedes Silva para casarse con Pepe Luis Vázquez. Al otro lado, los Echevarría, que tenían una taberna debajo del puente de San Benito". Desde el balcón familiar, veían salir la cofradía de San Esteban. Siempre fue hermano, por legado familiar, de las Penas de San Vicente. "El Cristo del Buen Viaje es titular de San Esteban. La gente le pedía salud y buen viaje cuando salían camino de Carmona", dice ante la hornacina.

Francisco Martín, de Ultramarinos Martín, primo de Generoso, no da crédito a la memoria del vecino que reconquista el territorio de su niñez. Hace un repaso de las heroínas de un tiempo de penuria: Pepa la Calentera, que tenía su puesto donde está el Rincón del Cofrade; Rosario la del Rinconcillo, que faenaba en una de las dos quincallas de la calle, la otra era la de Ordóñez; María la Carbonera, "que vendía carbón y después vendió petróleo"; y María la Estraperlista, personaje fundamental en la Sevilla de las cartillas de racionamiento.

La farmacia de Fombuena, "ahora es de Manolo Román, que fue presidente del Consejo de Cofradías", el cristalero, el fontanero y plomero Juan Gualberto Lugo Machín, hermano de Antonio Machín. Nómina de tiendas para quien preside desde 2006 la Cámara de Comercio; vecinos anónimos para quien se codea con políticos de fuste y acaba de regalarle un cuadro al presidente del Gobierno Mariano Rajoy en su visita a Antares.

El edificio de la Cámara de Comercio es una pinacoteca comprendida entre el techo de Guillermo Pérez Villalta y el suelo alfombrado de Luis Gordillo. Le da pena tener que quitar del salón de actos el cuadro del rey Juan Carlos que pintó Paco Cortijo para colocar el de Felipe VI cuando se haga. "Con motivo de los 125 años de la Cámara, en 2011, somos del mismo año que la Coca-Cola y la Mercedes Benz, le entregamos al entonces príncipe Felipe, en la Zarzuela, uno de los siete bocetos de Cortijo". La esencia del juancarlismo. "Como el pintor era republicanote, le dio un brochazo morado con los colores de Andalucía y España".

No ha cambiado mucho la calle San Esteban. Tiene intactas en la memoria visiones como el coche del marqués de Villar del Tajo, título de película de Berlanga, aparcado en la calle Medinaceli, o la nevada de febrero del 54. "Por Caballerizas y Delcalzos íbamos al colegio, mis hermanas (Toti, Angelines y Charo) a las Teresianas; Santiago y yo, a los Maristas. Un par de cursos después que Alfonso Guerra pasó por el colegio Miguel de Mañara. "Yo era muy mal estudiante. Repetí hasta la primera comunión".

Con 18 años empezó a trabajar en el muelle. "Un tío mío era contratista de carga y descarga. No hacía trabajo físico, salvo alguna vez en las bodegas de los barcos. Aprendí mucho con los estibadores, cantera de costaleros. Allí trabajaban El Pali y su padre". Un mundo de novela de Conrad que años después le llevó a presidir durante 17 años a los consignatarios de buques de Sevilla.

En la Cámara hay un cuadro de la Adoración de los Reyes Magos, guiño a su vivencia de rey Gaspar 2012, con Rafael Gordillo y Pérez Bernal. Dos hijos en la empresa familiar. Dos nietas, Claudia y Sonsoles. La estela de una boda de octubre del 69 en los Venerables rematada con una vuelta a España en un 600. Luna de miel el año de la Luna de Armstrong.