Según la Unión nde Criadores de Toros de Lidia la crianza del toro de lidia es la más costosa de todas las producciones animales. Esto es debido en gran medida a su largo ciclo de producción que llega a alcanzar los cinco años, y además, está condicionada por multitud de factores externos que la transforman en la producción animal más laboriosa, sacrificada y sujeta a mayor número de incertidumbres.
La crisis económica ha provocado una disminución muy importante en el número de espectáculos taurinos. En la temporada 2011 se celebraron entre España y Francia 1.306 festejos mayores. Esto supone una pérdida del 43 % frente a los festejos celebrados en 2007, con las nefastas consecuencias que esta situación ocasiona a los criadores de toros de lidia, que planifican su producción con cinco años de antelación y, por tanto, no pueden ajustar su oferta a la demanda actual.
A la recesión económica hay que unirle una prolongada situación de sequía que ha obligado a los ganaderos, ante la ausencia de pastos durante el otoño e invierno pasados, a suplementar de forma extraordinaria con piensos y forraje la alimentación de la mayor parte del ganado (vacas y animales de recría). Esta circunstancia ha incrementado los gastos de alimentación anuales del ganado en más de un 38%.
Pero, es más, la sequía más aguda de los últimos 50 años ha producido daños irreparables en la cosecha de los cereales de secano de otoño-invierno y las heladas de los primeros días de febrero y los fuertes vientos contribuyeron a secar aún más el campo, por lo que la producción de forraje se verá muy mermada. Además, hay que sumar la carestía de los piensos y del forraje, cuyos precios están en constante aumento al igual que el del gasóleo, que marca récord histórico.
Por tanto, en este escenario de exceso de oferta y disminución de la demanda y de incremento de los costes de producción, los ganaderos tendrán que afrontar una de las temporadas más duras de la historia de la Tauromaquia.
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