José Ruiz Muñoz. Novillero

"La cornada dura llegó pronto, pero me ha hecho más fuerte"

  • El torero gaditano ha sido intervenido de un problema en la visión, secuela del grave percance sufrido el 11 de septiembre en Navalcarnero.

El novillero José Ruiz Muñoz, quien sufrió uno de los percances más duros en 2014, fue operado el pasado viernes de una grave lesión visual en Sevilla por el doctor Alberto García-Perla en la Clínica Viamed Santa Ángela de la Cruz. El sobrino-nieto de Curro Romero, que impactó en su estreno en la Maestranza por el buen manejo del capote, ya tuvo que pasar por el quirófano en el Hospital 12 de octubre de Madrid tras una nefasta cogida el 11 de septiembre en Navalcarnero para reconstruirle los huesos malar y nasal y la parte superior del pómulo.

-¿Cuál ha sido la finalidad de la intervención y su resultado?

-La operación se ha adelantado. Estaba prevista para la próxima semana. Estoy muy agradecido al doctor Garía Perla y su equipo. Me han tratado genial. Continuaba con el problema de la visión doble cuando miraba hacia abajo o de cerca y la operación ha sido para corregir eso. Afortunadamente ha sido un éxito. Ahora tengo que estar un par de semanas de reposo en mi casa, en Chiclana, con medicación.

-Pese al problema de visión, la semana pasada incluso 'reapareció' en el campo.

-Sí. A la hora de torear no notaba casi nada porque había toreado mucho de salón y me había preparado para ello. Por fin, he vuelto a torear. Disfruté mucho, sobre todo en el último tentadero, en Victoriano del Río, con cuatro vacas bravas y exigentes; una de ellas extraordinaria, que metía el hocico por el suelo y me he sentido otra vez torero después de tres meses.

-¿Qué recuerda de aquella cogida en Navalcarnero?

-Los momentos aquellos fueron durillos. Un novillo, de Pallarés, me enganchó por la hombrera y al caer, el pitonazo. El músculo facial izquierdo no lo sentía. Creí que era algo peor.

-Ha sido un coste altísimo.

-Pues sí. En mi etapa sin picadores había tenido algún susto, pero nunca me habían calado. La cornada dura llegó pronto, pero eso me ha hecho más fuerte. Hay que saber vivir con ello, entra en el juego de nuestra profesión.

-¿Lo ha superado psicológicamente?

-Sí. Los tentaderos han sido fundamentales. Ahora estoy preparado. No hay prisas. Mi tío me dice que el toreo es una carrera de fondo, del día a día.

-Me decía Curro Romero, en una entrevista, que usted se ha tomado en serio su profesión.

-Son valores que me han inculcado. Si no es así, es imposible mejorar en esta profesión, que es la más bonita del mundo y por la que daría todo.

-También me comentaba que le gustó mucho en Santander.

-Al ser televisada, ha tenido mucha trascendencia. Pero este año he toreado toros muy a gusto en otras plazas.

-¿En qué faenas se ha sentido más?

-Con un novillo de Alcurrucén en Aranjuez. En Riscle, con un sobrero que me regalaron del Conde de la Corte. Y en Villa del Prado, con un novillo de Hermanos Pérez Villena.

-Valore su debut en Sevilla.

-Disfruté mucho. Ya en el coche de cuadrillas, cuando llegaba a la Maestranza, me emocioné. Para mí fue muy importante, aunque no cortara orejas. No tuve suerte con el ganado. El primer novillo se lesionó tras el capote y el otro fue complicado.

-Y su temporada 2014.

-Sobre todo bonita y me ha servido para imprimir la naturalidad, que es lo que aplico en mi vida personal y profesional. Me han valido más toros. De novillero sin caballos únicamente toreé 18 festejos. Me he hecho en la plaza y he progresado en técnica, en andar por la plaza, torear más profundo y despacio y con más seguridad con la espada.

-Se habla ya de su buen capote.

-Tanto con el capote como con la muleta lo que quiero es hacer las cosas con sentimiento, para que la plaza ruja.

-¿Su planteamiento para 2015?

-Entrar en las principales ferias, sobre todo en las primeras para seguir creando ambiente y que la gente vaya con ilusión a la plaza. Quiero que cada tarde sea especial. Continuaré con Gonzalito, como representante artístico. Y me está ayudando mucho Borja Alonso, un empresario del mundo del derecho.

-¿Con quién y dónde entrena?

-Cuando estoy en Madrid entreno solo y me doy unas carreritas por El Retiro y cuando lo hago en Sevilla, voy a El Vizir y entreno con mis banderilleros Santi Acevedo y Agustín Marín.

-¿Cómo define su toreo?

-Creo que es un toreo natural. Intento que sea lo más puro y sencillo. Y me gusta improvisar, algo fundamental para que el público se levante.

-De sus comienzos a hoy, ¿en qué ha cambiado fundamentalmente?

-Al tentar he ido cogiendo el aire al capote y a la muleta. Al comienzo, por la inocencia, también me cogían mucho.

-¿Quienes han sido los compañeros que se lo han puesto más difícil este año?

-Ha habido un nivel muy alto. Garrido es un torero que, le embistan o no, forma la mundial. También he toreado con Borja Jiménez, Lama de Góngora. Me gusta estar en esos carteles.

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