Toros

El efecto José Tomás cuelga el cartel de completo en la hostelería

  • Los precios por habitación se elevan un 80% Al coincidir con la temporada alta, la oferta disponible en Huelva se reduce al 35%

Por cada euro que un aficionado taurino gasta en taquilla, se estima que revierte al menos 2,3 adicionales en la industria hostelera del entorno. La exclusividad dispara el valor y José Tomás es en esto más que un paradigma. Tras cerrar su presencia para el festejo de Colombinas, las reservas en hoteles y restaurantes se dispararon hasta el punto de colgar el cartel de completo en tan sólo dos semanas. Encontrar un hotel donde pasar la noche hoy es misión imposible. Quienes lo han logrado han tenido que pagar en la mayoría de los casos un 80% más de su precio normal en esta temporada o incluso tres veces más.

En esta subida de precio mucho ha tenido que ver el diestro de Galapagar, pero también la poca oferta disponible en estas fechas. Desde hace tres años, no son pocos los turistas que se alojan en la capital en lugar de los municipios de la Costa para rebajar el coste de sus noches (hasta un 40% más económicas muchas veces) y eso lleva a que a mediados de julio ya se hayan comprometido el 60% de las plazas disponibles en la capital. "La oferta estaba ya ocupada con el turismo vacacional y la ley de la oferta y la demanda ya sabemos cómo es", explica el secretario del Círculo Empresarial de Turismo.

Aunque defiende que la subida de precios es libre, incide en que no es exagerada. De hecho, según los datos facilitados por diferentes establecimientos hoteleros, el incremento medio ha sido de un 80%, si bien ha habido quien ha pasado de los 100 euros que pedía por ocupar una habitación la noche de ayer a los 400 que han llegado a solicitar para reservar mañana esa misma habitación. Eso ha llevado a más de uno a devolver su abono, porque ahí hay otro hándicap para Huelva: las entradas no se venden sueltas para cada festejo y eso obliga a que el desembolso tenga que ser mayor. Y si un aficionado es capaz de pagar un elevado precio por una noche, "a lo mejor no lo es para varias noches".

Los seguidores del arte taurino y muy especialmente los de José Tomás tienen un "perfil alto, se gastan dinero, les gusta comer en los restaurantes y luego irse tranquilamente a ver los toros" y eso se respira ya en las reservas de prácticamente la totalidad de los restaurantes de la capital. El sector hostelero augura una jornada exitosa y los responsables de los establecimientos preparan las comandas con unas previsiones que les llevan a tener "muy buenas vibraciones".

Hay reservas de todo tipo, para mesas de cinco comensales, que es la media, para diez e incluso para grupos de 15 o más clientes, cuyo gasto medio por cubierto se estima que ronda los 50 euros como mínimo, cuando el desembolso medio por comensal es de 30 ó 35 euros. Esto es, los tomasistas gastan entre un 45% o 65% más que el resto.

Aunque el sector prefiere ser comedido en sus previsiones, todo apunta a que el volumen de negocio se podría triplicar o incluso cuadruplicar los días principales respecto a cualquier otro día de agosto, que en la capital ya supone el 7% de la facturación de todo el año (aún muy alejado de las cuentas de las zonas costeras). Lo cierto es que a estas alturas, la suerte ya está echada.

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