Paula vázquez. 'el puente'

"Me retiro, me lo puedo permitir porque hice mis deberes"

  • La presentadora vuelve, después de tres años, con un 'reality' en #0

  • La gallega protesta por la actitud de los directivos de las dos grandes privadas

Paula Vázquez en el paraje de la Patagonia donde se desarrolla 'El Puente'.

Paula Vázquez en el paraje de la Patagonia donde se desarrolla 'El Puente'. / Efe

Este lunes regresa con un reality, en #0, en Movistar +, El Puente, donde quince participantes deben construir un puente para alcanzar un tesoro. Ella es la narradora y estuvo junto a los participantes, sin que la vieran, en un confín de la Patagonia. Paula Vázquez (Ferrol, 1974) regresa a la pantalla y con todas estas cosas que tenía ganas de decir a este periodico...

"En #0 he empezado de cero. Aquí no está estereotipado el papel de la mujer". "El programa venía sin presentador y fue el director de la cadena, Fernando Jerez, el que me propuso. Lo típico es que hubiera sido un hombre el presentador, porque es una aventura. Tenía claro que quería ser el hilo conductor. Empezamos a hacer un programa y nos ha salido una peli. Son sólo ocho capítulos. Es un reality con flashbacks, a lo Perdidos".

Por ser mujer no cobraré nunca como los poresentadores. A muchos he tenido que enmendarles el trabajo"

"El Puente es algo muy nuevo". "Con Zeppelin ya hice muchas otras cosas y es una apuesta segura en realities. Saben cómo contarlo y cómo seleccionar a los participantes, dependiendo del cliente.

"Lo de los presentadores de entretenimiento es algo peculiar: somos más bien actores". "Leemos un guión que no hemos escrito atendiendo a lo que nos dice un director. Sin embargo los presentadores no tenemos derechos. Antena 3 puede sacar todos los fines de semana por la mañanas fragmentos de mi trabajo de hace veinte años. Agradecería que me pidieran permiso. Y si me pagaran, lo agradecería más. A los actores al menos les pagan por las reposiciones. Los presentadores no estamos unidos para proteger nuestra imagen. No tenemos derecho cuando recurren a nuestro trabajo grabado y llenan minutos y minutos".

"Si no he aceptado otras cosas es porque no me gustaban". "Rechacé por eso Supervivientes y hay otros formatos en los que no me veía. En Mediaset no gustó que rechazara Operación Triunfo y Supervivientes. Desde entonces no me volvieron a llamar. Después de 25 años tengo enemigos en esta profesión, aunque muchos más amigos, pero no es cierto que dijera que hay una mano negra".

"Empecé con 16 años y soy de una familia humilde". "Sabía que lo de la televisión es un sprint. Empecé desde muy pronto a invertir. Hoy en día puedo retirarme. He comprado terrenos, voy a hacerme mi casa. Me retiro y me lo puedo permitir porque hice mis deberes. Hay una generación de mujeres que se mantienen solas y no necesitan casarse ni depender de nadie. Ha sido una lucha difícil".

"Me aparté hace tres años porque no me gustaba lo que había". "En Antena 3 no me renovaron el contrato. Me decían que no había programas para mí y sin embargo Arturo Valls presentaba tres programas. Eso lo llamo misoginia. Los que vienen detrás de mí hablan igual de claro que yo. Yo por ser mujer no cobraré nunca como los presentadores y a muchos hombres he tenido que enmedarles el trabajo porque ni se estudiaban el guión. Me retiré por cuestión de salud, emocional y física. Un día miré el reloj y vi que ponía 42 años, se me había pasado lo de los hijos y esas cosas, porque yo iba por mi carril. Congelé mis óvulos para cuando se me despierte el lado maternal y dediqué el tiempo a asuntos que había dejado de lado".

"Yo me crié con mis dos abuelas y una hermana de ellas. Con mentalidad de pueblo". "Siempre tenía claro que de mí sólo hablarían de mi trabajo, no de mi vida personal. Después del Un, dos, tres hubo una época en Madrid en que me cortaron la luz y el agua, comía palomitas y arroz. Mis tres abuelas me abrieron una cuenta y cada una ingresaba 5.000 pesetas mensuales de sus pensiones. Tenía oferta, pero no me gustaban. Yo siempre confiaba en mí. En mis contratos siempre hay una cláusula de objeción de conciencia. En ella se respeta mi vida privada y la de los demás que aparezcan".

"No seguí como actriz porque en todos los proyectos tenía que enseñar las tetas". "Económicamente no compensa y estaba realizada con el rol de presentadora. Sólo como actriz en España no puedes vivir".

"En La isla de los famosos presentaba en biquini porque perdí la ropa con el avión". "Después de ponerme toda la ropa del equipo tuve que recurrir a los biquinis".

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