Desde que se instituyó la figura del Defensor del Espectador de RTVE y se iniciaron las emisiones del programa mensual RTVE responde, hace siete años, éste no había faltado a su cita. Hasta diciembre. Y nos preocupa su ausencia. Más todavía. Nos da mucha pena que un espacio semejante, imprescindible para el fortalecimiento de una radio y televisión pública en buen estado de forma y con capacidad de autocrítica, no comparezca ante los espectadores y nadie, absolutamente nadie, lo eche de menos.

Hasta el momento las únicas ausencias de RTVE responde tuvieron lugar en agosto, cuando el equipo del programa se tomaba un descanso por vacaciones. Lo de ahora es más inquietante. En su programa emitido el último domingo de noviembre, nada hizo que no veríamos a Ángel Nodal en un tiempo. Es más, la cita del 24 de noviembre fue especialmente interesante. El responsable de las cuestiones técnicas de la casa, Pere Vilà, aclaró algunas cuestiones que nos despejaron dudas acerca, por ejemplo, de cuándo llegaría la señal de Alta Definición a los canales que todavía no la reciben. Dejando caer, y esto fue un jarro de agua fría, que a lo mejor en el caso del 24 Horas, esto no se producía como pronto hasta el 2020 ó 2022.

La propia existencia del programa denota una labor de servicio público que hemos aplaudido desde el primer día. El trabajo de Elena Sánchez Caballero primero y de Ángel Nodal más tarde no debe caer en saco roto. Hay espectadores activos que aportan críticas muy constructivas. Y todo ello no puede silenciarse. Entramos en la web del programa y a fecha de hoy no hay ningún indicio de que se prepare una próxima emisión. ¿Por qué? Alguien debería dar explicaciones.