Son dos hermanastros que viven en una urbe del estado de Nueva York y se pasan los días de las vacaciones veraniegas levantando inventos imposibles para desesperación de su hermana chivata. Si la resumimos así, bueno, podría ser una serie convencional más para rellenar la parrilla. Phineas y Ferb no es la típica serie de animación, sino que es un compendio de géneros y un delicioso abanico de secundarios que la convierten en una opción recomendable no sólo para los niños sino también para los adultos. Sus golpes de humor inteligente y los guiños setenteros y ochenteros que destila la han convertido también en una divertida elección para los mayores de 25 años. Las criaturas de Dan Povenmire, uno de los creadores de Padre de familia, y de Jeff Swampy Marsch (autor de Rocko), son un pilar de Disney Channel y de su versión juvenil en las plataformas de pago, Disney XD. El canal de la TDT intercala a lo largo hoy los vídeos musicales surgidos de cada uno de los capítulos de la serie y a las nueve de la noche programa un episodio especial en el que irán desfilando las canciones favoritas según la opinión de 28 millones de espectadores de todos los canales Disney repartidos por el mundo. Phineas y Ferb se emite en 135 países y tras su estreno internacional, en febrero del año pasado, está doblada a 26 idiomas: un fenómemo mundial que cuenta con cientos de vídeos en youtube y similares.

El pseudomaléfico Doctor Doofenshmirtz será uno de los presentadores del episodio de hoy. El personaje que hace de malvado blando en esta ficción forma parte de esa galería de secundarios impagable. Doofenshmirtz es el enemigo del Agente P, la doble personalidad de Perry el ornitorrinco, la mascota de los protagonistas. Las peleas entre el doctor y el marsupial agente son las que habitualmente terminan por destrozar los inventos de Phineas y Ferb (que sólo pronuncia una frase en cada capítulo) justo antes de que los padres descubran el pastel tras la insistencia de Candace, la delgaducha e histérica hermana. Unos padres impecables embarcados en los años 80; unas amigas scouts incondicionales de los inventores; el amor de Candace, que trabaja en un burguer; la gótica hija de Doofenshmirtz o el Mayor Monogram, el jefe del ornitorrinco, forman parte de ese universo de humor y gotas musicales.

Phineas y Ferb es la serie de animación más vista de Disney Channel y se ha convertido en un emblema para construir ficciones absolutamente blancas pero con calado suficiente para atraer a todo tipo de público.