Sociedad

Una menor vasca recibe una paliza por parte de una compañera del colegio

  • La víctima, de 15 años, ha estado ingresada durante diez días y ha sido operada del ojo izquierdo tras haber sido golpeada con el casco de una moto

Un colegio de la localidad vizcaína de Ermua ha sido el escenario de una brutal agresión por parte de una alumna de 16 años sobre otra de 15, a la que golpeó en repetidas ocasiones con un casco y que ha supuesto su ingreso hospitalario durante diez días.

Los hechos tuvieron lugar el 10 de febrero en un recinto abierto al público de un colegio del barrio de Ongarai. En un principio, las informaciones aseguraban que la joven agredida había sido vejada por un grupo de adolescentes que la golpearon con un palo, se orinaron encima de ella, le quemaron el pelo y la arrollaron con una moto. Sin embargo, en un comunicado emitido por el Departamento de Educación e Investigación del Ejecutivo vasco se explica que las agresiones las llevó a cabo una sola joven, de 16 años, que golpeó con el casco de una moto a la víctima.

Estos hechos fueron corroborados por algunos de los menores que se encontraban en las instalaciones deportivas donde ocurrió todo y que sólo apuntan a que la agresora pudo estar acompañada por otras menores que no intervinieron. Así, la madre de uno de ellos aseguraba a RNE que la joven de 15 años fue golpeada con un casco y que los allí presentes no pudieron hacer nada porque les amenazó con hacerles lo mismo.

La víctima fue trasladada posteriormente al Hospital Donostia de San Sebastián, donde permaneció ingresada los últimos 10 días. Además de las contusiones y heridas como consecuencia de los golpes, la menor tuvo que ser intervenida de su ojo izquierdo, que se vio muy afectado en el ataque, según explicó una vecina de la familia, quien aseguró que la madre de la joven le dijo que pronto tendrían que volver a operarla. "Están destrozados, hechos polvo", subrayó.

Un comunicado del Departamento de Interior del Gobierno Vasco asegura que ambas jóvenes son problemáticas. Así, explican que la agresora ha sufrido "serios desajustes familiares".

La estudiante llegó al centro escolar Anaitasuna, donde ambas estudian, hace dos años procedente de un piso de acogida. Ante los problemas de comportamiento que presentaba y de falta de integración en el centro durante el pasado curso, fue enviada a un programa complementario en el que se le ha hecho un seguimiento "muy individualizado".

El Ejecutivo autonómico asegura que la menor está bajo medicación aunque no sigue el tratamiento.

Por su parte, la víctima, también tuvo que ser matriculada en los programas complementarios del Centro de Iniciación profesional (CIP) de Mallabia (Vizcaya). En su caso, el problema que presenta es ser hiperactiva, una situación que influye en su relación con el resto de alumnos que, según el documento, suele ser "conflictiva".

Sobre estos hechos se ha manifestado también el alcalde de Ermua, Carlos Totorika, quien calificó de "inaceptable e injustificable" la agresión que muestra "la problemática existente en la sociedad en la que vivimos".

El regidor pidió prudencia sobre el caso y recordó que hay abiertas diligencias judiciales a la hora de aclarar lo ocurrido. En este sentido, y ante la minoría de edad de las protagonistas del suceso, el juez ha decretado secreto de sumario.

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