Sociedad

Un cura sostiene que las matemáticas pueden probar la existencia de Dios

  • El sacerdote polaco Michael Heller ha recibido el premio Templeton, dotado con más de un millón de euros, por un trabajo que muestra cómo las matemáticas pueden ofrecer evidencias circunstanciales de la existencia de Dios.

Michael Heller, de 72 años, cura y matemático polaco que trabajó con el Papa Juan Pablo II cuando éste era arzobispo de Cracovia, ha sido galardonado con el premio académico mejor remunerado del mundo. Este cosmólogo y filósofo especializado en matemáticas y metafísica, ha sido premiado por la Fundación Templeton de Nueva York, que reconoce las labores de investigación y descubrimiento en torno a 'Realidades Espirituales' durante los últimos 35 años.

Según información de ‘The Times’, las teorías de Heller no aportan pruebas sobre la existencia de Dios, toda vez que introduce dudas respecto a la existencia material del mundo que nos rodea; sin embargo, su especialidad son las complejas fórmulas que hacen posible explicarlo todo a través del cálculo matemático. A juicio de la Fundación Templeton, las investigaciones de Heller han "impulsado los horizontes metafísicos de la ciencia", y, por ello, le han galardonado con un premio cuya remuneración se actualiza cada año y que, hoy por hoy, es muy superior al que otorga la Fundación Nobel, con más de un millón de euros de recompensa.

"Si nos preguntamos sobre las causas del universo deberíamos preguntarnos sobre las causas de las leyes matemáticas. Haciendo esto volvemos al gran diseño del pensamiento de Dios sobre el universo, la cuestión de la causalidad última: ¿Por qué existe algo en lugar de nada?", señaló en un comunicado Heller, actual profesor de la Facultad de Filosofía en la Academia Pontificia de Teología de Cracovia. "Haciéndonos esta pregunta, no nos estamos preguntado por una causa como otras causas. Nos estamos preguntado sobre la raíz de todas las posibles causas", añade el galardonado.

"La ciencia es un esfuerzo colectivo de la mente humana para leer la mente de Dios", concluye Heller, que trabajó con el Papa Juan Pablo II cuando éste ejerció de arzobispo de Cracovia y tuvo el placer de ser uno de los numerosos académicos y científicos a los que invitaba cada verano a Castel Gandolfo, la residencia veraniega del Papa, para debatir sobre los últimos descubrimientos en sus respectivos campos. Su gran referencia científica ha sido el filósofo Gottfried Wilhelm Leibniz, que una vez escribió: "Cuando Dios calcula y piensa a través de las cosas, el mundo es creado".

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