Sociedad

Los diques evitan la inundación de los pueblos por la crecida del Ebro

  • La riada se estabiliza tras anegar miles de hectáreas de tierras de cultivo y causar la muerte de decenas de cabezas de ganado

Crecida del Ebro a su paso por Quinto, en Zaragoza

La crecida del Ebro anegó ayer miles de hectáreas en Aragón, pero el trabajo de los vecinos y de los cuerpos de seguridad para reforzar motas (diques) y defensas evitó daños en los cascos urbanos y desalojos. El pico de la crecida del Ebro llegó por la mañana a las localidades de la Ribera Baja, aguas abajo de Zaragoza, donde el Centro de Coordinación Cooperativa Integrada (Cecopi) del 112 decidió mantener el nivel dos de alerta en la zona al menos hasta hoy. Tras la reunión de hoy del Cecopi, el consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén, explicó que se está produciendo una "cierta estabilidad" en la crecida, después de que el domingo la cresta pasara por Zaragoza, alcanzando una altura máxima en la capital aragonesa, entre las ocho y las nueve de la noche, de 5,36 metros y 2.037 metros cúbicos por segundo de caudal. A las tres de la tarde de ayer, el río en Zaragoza ya descendía hasta los 5,03 metros y atravesaba la ciudad con un caudal de 1.871 metros cúbicos por segundo. Las previsiones apunten a que la crecida abandone hoy la comunidad autónoma y se pueda por tanto rebajar el nivel de alerta.

La Unidad Militar de Emergencias (UME), la Diputación Provincial de Zaragoza y la Guardia Civil mantuvieron a sus efectivos en la zona para colaborar en el reforzamiento y recrecimiento de estas motas y defensas que protegen sobre todo a las poblaciones. Los 300 integrantes se afanaron especialmente en hacer diques en una mota que reventó en Quinto justo cuando pasaba la punta de la crecida. No será, sin embargo, hasta que no bajen las aguas cuando se podrá hacer un análisis de los daños de la crecida, que se ha producido en esta ocasión en modo "meseta", con un avance mucho más lento de lo esperado y con caudales algo menores. En cualquier caso, han quedado anegadas miles de hectáreas de cultivo y se han ahogado decenas de cabezas de ganado.

La alerta se mantendrá hasta hoy a la espera de que pase la punta de la crecida

Además, "llueve sobre mojado", ya que, tal y como recuerdan los alcaldes y los agricultores, estas avenidas extraordinarias se producen ahora cada menos tiempo, puesto que tras las riadas se arreglan las motas y se encauza el río, pero no se limpia el cauce de las isletas y matorrales, lo que causa mayores afecciones cuando hay una crecida.

Desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), su secretario general, José Manuel Roche, ha incidido en la desesperación de los afectados y ha advertido de que si no se adoptan soluciones entre políticos, ecologistas y administración y se limpia el río, "se está poniendo en riesgo el único modo de vida de cientos de explotaciones de la ribera". En la capital zaragozana, la avenida no ha dejado tantos daños como la de 2015, pero se mantiene cerrado el Parque del Agua y dos carriles del Tercer Cinturón en sentido sur a la altura de Vadorrey, así como la rotonda de acceso a ese barrio.

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