Sociedad

Un colosal incendio en Portugal avanza por la cuenca del Tajo

  • El fuego, dividido en dos frentes que arrasan todo a lo largo de la cuenca del río, siembra la inquietud a la población lusa

Vecinos de la localidad portuguesa de Ortiga combaten las llamas la noche del pasado viernes.

Vecinos de la localidad portuguesa de Ortiga combaten las llamas la noche del pasado viernes. / PAULO CUNHA / efe

Un gran incendio que afecta a la cuenca del río Tajo en el centro de Portugal cruzó durante las últimas horas el río y continúa activo y dividido en dos frentes, que están separados por más de 20 kilómetros. Este gigantesco fuego se desató la tarde del pasado miércoles y desde entonces ha arrasado miles de hectáreas en los distritos lusos de Santarem y Portalegre, sobre todo en las comarcas de Gaviao y Macao.

Según la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC) lusa, para la extinción de los dos incendios hay desplegados 1.350 bomberos, 400 vehículos terrestres y 12 medios aéreos. España colabora en la extinción de los fuegos con cuatro aviones, 27 vehículos terrestres, un escuadrón de la Unidad Militar de Emergencias BIEM V de León y cuadrillas del Gobierno de Extremadura.

La portavoz de la ANPC, Patricia Gaspar, confirmó ayer que desde el pasado 11 de agosto fueron contabilizados un centenar de heridos, tanto bomberos como civiles, y siete de ellos se encuentran en estado grave. También aseveró que en las últimas horas fueron desalojadas algunas aldeas por las proximidad de las llamas en la zona de Cadafaz, lugar donde las llamas cruzaron el río Tajo y donde las temperaturas alcanzaron casi los 40 grados. La preocupación se trasladó a las pedanías circundantes, como la de Ortiga, cuyos habitantes estaban aterrorizados ante el avance de los incendios. Los dos frentes arrasan la vegetación a las dos orillas del Tajo.

Desde el pasado viernes a las dos de la tarde y hasta que finalice la jornada de mañana, el Gobierno de Portugal tiene decretado el estado de calamidad preventivo para atajar la oleada de incendios forestales, que en este 2017 calcinaron más de 141.000 hectáreas y pueden agravarse en los próximos días. El primer ministro luso, Antonio Costa, hizo ayer un llamamiento a toda la población y aseguró que "todos, en el fondo, somos bomberos". Pidió un uso responsable de la maquinaria agrícola, que no se fume en zonas forestales y recordó, con motivo del estado de calamidad, que está prohibido el uso de cualquier artefacto pirotécnico.

Hasta mañana, el Gobierno luso movilizará de forma extraordinaria decenas de equipos de refuerzo de las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional Republicana, la Policía de Seguridad Pública y de la Liga de los Bomberos Voluntarios para prevenir y disuadir los incendios. Además, en ese tiempo están operativos dos aviones especiales de vigilancia nocturna y diurna que podrán detectar movimientos extraños en las zonas forestales.

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