Sociedad

Detienen a 12 personas en una operación contra la caza furtiva

  • La Guardia Civil se incauta de 500 trofeos de caza, especies protegidas y crías de animales congeladas.

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil han detenido a 12 personas y ha imputado a otra más por pertenecer a dos grupos que realizan cacerías furtivas en diversos puntos de España. En la operación, desarrollada en las provincias de Madrid, Toledo y Salamanca, se han requisado cerca de 500 trofeos de caza y especies protegidas, según informó el Ministerio del Interior.

A los detenidos, presuntos autores de delitos de asociación ilícita, tenencia de ilícita de armas de fuego prohibidas y otros relativos a la Protección de la Flora y la Fauna, se les ha intervenido numerosas armas de caza, silenciadores, focos y miras telescópicas, una taxidermia ilegal, además de una prensa y un torno, utilizados para la fabricación de silenciadores, comúnmente conocidos como "chupetes". En la operación se han incautado cerca de 500 trofeos de caza (cabra hispánica, venados, jabalíes, muflones, gamos, rebecos) y especies protegidas como la avutarda, el turón y otras rapaces nocturnas, así como crías de animales congeladas.

Las investigaciones, se iniciaron a finales del pasado año por, con el fin de esclarecer la posible existencia de un grupo organizado especializado en la caza furtiva de especies cinegéticas, no cinegéticas y en peligro de extinción, que pudiera estar desarrollando su actividad por todo el territorio nacional, especialmente en reservas naturales.

La Guardia Civil constató que el grupo estaba distribuido por distintas Comunidades, concretamente, Madrid, Castilla la Mancha y Castilla León. Había reuniones esporádicas para realizar la práctica ilegal de cacerías y eran muy cautelosos con los contactos que mantenían para no ser descubiertos, ya que los cabecillas del grupo, ambos asentados en Toledo y Madrid, cuentan con antecedentes por hechos similares.

A lo largo de la investigación, el SEPRONA ha recogido en distintos puntos del país muestras de varios animales decapitados, presuntamente abatidos por los ahora detenidos, que tras obtener el trofeo, abandonaban las piezas de los cuerpos que no eran de su interés.

El grupo de Toledo tenía personas que se encargaban tanto de organizar las cacerías con los clientes interesados, como de la fabricación de silenciadores, que posteriormente eran vendidos a clientes de toda España. Una persona se encargaba de practicar dobles fondos en los automóviles para evitar que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad localizaran las armas ilegales en los traslados.

Los integrantes del grupo de Salamanca fueron descubiertos cuando se investigaba la primera cédula y se observó la compra de silenciadores, por lo que también fueron sometidos a vigilancias.

Finalmente, el 1 de marzo se tuvo conocimiento de una posible cacería ilegal por parte del grupo de Toledo, que se celebraría en la provincia de Guadalajara. Se desplegó un operativo que se mantuvo activo durante toda la noche y que se saldó con la detención de los implicados, todos españoles.

Entre los efectos requisados se cuentan 53 armas (rifles, escopetas, carabinas), cuatro silenciadores (uno oculto en un "zulo" practicado en un vehículo), gran cantidad de machetes y cuchillos, cinco vehículos -cuatro de ellos con un doble fondo practicado para ocultar las armas y los silenciadores-; cerca de 500 trofeos de caza de dudosa procedencia, destacando la intervención de algunos de cabra hispánica, avutarda, muflón, ciervo y jabalí.

Además, en la provincia de Toledo fue descubierta una taxidermia ilegal, donde supuestamente parte de los ahora detenidos llevaban los animales abatidos para ser disecados. En Salamanca también se realizaron dos registros en taxidermias, donde se intervinieron distintos trofeos y especies protegidas.

En el grupo de Toledo, se encuentran varias personas que se encargan habitualmente de organizar "cacerías ilegales", por ello, son perfectos conocedores de los terrenos cinegéticos donde se puede practicar la caza en toda España. En el argot habitual de los cazadores son conocidos como "Geipers" y son los encargados de localizar las piezas a las que van a dar caza.

La forma de moverse y actuar de estas personas denota una total preparación, fruto de la experiencia en el deporte de la caza, en el manejo de las armas y el equipamiento que portan, que suele ser de última generación, además de contar con conocimientos tanto cartográficos, como del terreno.

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