Tribunales

Condenan a 144 años a la asesina de tres ancianas en Barcelona

  • La mujer, de 50 años, intentó matar sin éxito a otras cuatro.

La Audiencia de Barcelona ha condenado a 144 años, cinco meses y 29 días de prisión a la mujer que asesinó y robó a tres ancianas e intentó matar a otras cuatro en Barcelona entre junio y julio de 2006. También deberá indemnizar a los familiares de las fallecidas y las víctimas que sobrevivieron con 442.130 euros.

La Sección Séptima ha considerado probado que Remedios S.S., una gallega de 50 años, asesinó a tres ancianas e intentó matar a otras cuatro, aunque la Fiscalía le imputaba otros dos intentos. También la ha condenado por siete robos con violencia y un hurto.

En la sentencia, el tribunal ha puesto de manifiesto la "abundante y contundente prueba de cargo" y ha hecho "especial mención" al reconocimiento de la acusada efectuado por las víctimas y los testigos, que no dudaron en señalar a la acusada como la autora de los asaltos pese al cambio de aspecto.

Unos ataques que "merecen una gran repulsa social" porque Remedios S.S. atacó con "gran agresividad" a mujeres "especialmente vulnerables" que elegía "en atención a la edad y su estado físico", por lo que sus posibilidades de defensa "eran nulas". Tras ganarse su confianza con "diferentes argucias", las atacaba con "violencia mortal" para robarles sus pertenencias.

"A la procesada, el resultado le era indiferente; ella realizaba su plan con total desprecio para la vida de sus víctimas, aceptando el resultado de su muerte", ha señalado el tribunal quien considera que Remedios S.S. cometió los asesinatos con alevosía.

Con todo, y además de los más de 144 años de prisión --de los que, según el Código Penal, no podrá cumplir más de 25-- Remedios S.S. deberá compensar a las víctimas y sus familiares con indemnizaciones que oscilan entre los 6.900 y los 120.780 euros. También deberá pagar una multa de 360 por una falta de hurto.

Por otra parte, la Sección Séptima ha elogiado el trabajo de los Mossos d'Esquadra que permitió identificar y detener a la autora de los crímenes, una investigación "meticulosa y ejemplo de investigación policial".

Los ataques

El 10 de junio de 2006, la procesada fue al domicilio de Josefa C.V., de 83 años, a quien había conocido en casa de una amiga de ésta pocos días antes. Ya en la vivienda, Remedios S.S. cogió un cuchillo e intentó apuñalar a la anciana que, por las heridas que presentaba en los brazos, intentó defenderse.

La acusada, más joven y "con una fortaleza física importante", redujo con facilidad a su víctima, le puso un tapete alrededor del cuello y la estranguló mientras le tapaba las vías respiratorias empujándola la cabeza contra el sillón con tanta fuerza que le rompió la nariz. Después de matarla, le robó joyas y dinero como hizo en el resto de casos.


Ocho días después, Remedios S.S. entró detrás de Rosa R.C., de 80 años, en el edificio en el que vivía y le contó que era la novia de un vecino y le pidió referencias sobre su supuesta pareja. Cuando se ganó su confianza, le pidió una tirita y al entrar en su vivienda, empezó a darle puñetazos y patadas y la estranguló hasta que perdió el sentido.

El 21 de junio, subió en el ascensor con Rosario M.M., de 87 años, y cuando ésta abrió la puerta de su casa, la cogió por el pelo, la empujó dentro del domicilio y empezó a pegarla. Durante la agresión, la acusada fue al baño a curarse una quemadura que tenía en el brazo, un instante que la víctima aprovechó para intentar escapar, aunque la procesada la alcanzó, la golpeó de nuevo y la estranguló hasta que perdió el conocimiento.

Tras días más tarde, Remedios S.S. entró en el inmueble de Pilar S., de 83 años, y, haciéndose pasar por una vecina, le explicó que se había producido un escape de gas y que su piso era el único que no habían revisado, por lo que la anciana la dejó entrar. Una vez dentro, le pidió ir al servicio del que salió con una toalla con la que estranguló a la anciana hasta que ésta se desvaneció.

Al día siguiente, se puso a hablar con Alicia L.L., de 70 años, y le pidió un poco de agua. La anciana abrió la puerta y Remedios S.S. se escondió hasta que la mujer para abalanzarse sobre ella e intentar estrangularla, pero se vio sorprendida por el marido de la víctima y huyó. De ahí que la Audiencia no haya podido condenarla por un delito de robo con violencia ya que, si bien, esa era su intención no pudo intentarlo al aparecer el marido.

El 28 de junio, Remedios S.S. logró entrar en casa de Adelaida G., de 96 años, a la que asesinó asfixiándola. Tres días después, apareció estrangulada en su casa María S.R., de 76 años.

El 3 de julio, Montserrat F., de 85 años, dejó entrar en su casa a la procesada, quien le dijo que llevaba un paquete para una vecina y que la intentó estrangular con un paño de cocina. Tras robar joyas y dinero, Remedios S.S. se fue a jugar a un bingo cercano.

Una tarde, en la plaza 11 de septiembre, la procesada se acercó a Isabel M.H., de 79 años, y empezaron a hablar de su trabajo como cocinera en un bar de la calle Balmes --cercano a una comisaría de Policía-- y de la herida que se había hecho. Aprovechando la distracción, Remedios S.S. le robó un monedero con cinco euros, una estampa religiosa y un carné de la Asociación Virgen de Fátima.

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