El regreso a la titularidad de Luis Fabiano ha puesto su mejor versión al servicio del Sevilla. La actuación del brasileño fue crucial en la victoria del Mallorca, partido en el que su implicación se vio reflejada en los tres goles con los que el Sevilla remontó el tanto inicial de Aduriz: provocó el penalti, marcó el segundo y, con un excelso control, posibilitó la jugada del gol de Jesús Navas. De esta forma, el delantero paulista le da razones a Manolo Jiménez para que siga contando con él como un fijo en el equipo, puesto que en su regreso a la titularidad, el sábado anterior en Villarreal, ya brilló, estuvo muy implicado y marcó el primer gol del triunfo.

Luis Fabiano salió del once titular después de la derrota ante el Getafe. Aquel día, el atacante natural de Campinas tuvo la fortuna de espaldas y, pese a que gozó de un buen número de francas ocasiones de gol, no atinó con la portería. Su falta de acierto y el duro calendario ante los equipos grandes de la Liga lo relegaron a la suplencia, a excepción de la alineación experimental del Camp Nou, en la que jugó acompañado de Kone. La necesidad de Jiménez de situar a más hombres en la medular lo ha dejado en el banquillo varias ocasiones. Y el internacional por Brasil no estaba ayudando al equipo saliendo como suplente. En Valencia vio una amarilla nada más salir, al igual que el día del Real Madrid, día en que tampoco asimiló bien ser suplente.

No es una novedad que Luis Fabiano sólo rinda cuando tiene toda la confianza de la titularidad. Este año, además, ha sufrido dos lesiones que le han quitado continuidad y ritmo. Aun así, puede ser clave en el desenlace de la Liga, en la que lleva 8 goles.