Sevilla-atlético de madrid · la previa

La 'performance' de Míchel

  • El madrileño, a cerrar con su tercera victoria la primera semana en la que se ha sentido en su salsa en Sevilla. Simeone, Reyes, las ganas de ver a Babá o las opciones de Manu, otros protagonistas.

El fútbol, por su propia definición o por su inercia financiera, es de los espectáculos más caros que pueden disfrutarse en directo. Poco comparable a la ópera, al cine, al circo, al teatro, a una exhibición ecuestre, al flamenco, a un concierto o incluso a una corrida de toros, tiene en el precio el añadido extra que le da al consumidor la adrenalina de no saber si acabará contento al final de la sesión y si dará por bien pagados los euros dejados en taquilla. Quizá los toros, aunque de una manera distinta, plantea esta duda.

Pero el fútbol, también por su definición, ofrece unos sentimientos que nada tienen que ver con la oferta de espectáculos antes mencionada. Por eso tiene posiblemente más adeptos y por eso llena o sigue llenando los estadios. El sevillismo sabe mucho de ese sentimiento y se va a lanzar en masa esta noche al coliseo nervionense para vibrar con uno de los partidos más atractivos de la temporada, con alicientes que deberían disparar el precio de unas entradas que, sin embargo, son las que precisamente han facilitado con su pertinente rebaja, el ambiente que se encontrará el Atlético de Madrid, un rival históricamente en el top de los enemigos más acérrimos del Sevilla.

Ponerse a enumerar episodios de esa encendida rivalidad ni viene a cuento ni permitiría exponer los condicionantes de este duelo que llega cargado de no pocas connotaciones para remarcar la atención que despierta. El equipo de Míchel parece ir alcanzando la dinámica que todos esperaban tras las dos últimas victorias sumadas, con especial hincapié en la lograda en Mestalla ante el tercer clasificado de la tabla. El entrenador madrileño comienza a encontrarse en su salsa en una ciudad que le es atractiva y en un club que se ajusta a sus aspiraciones profesionales actuales. El partido es una excelente oportunidad para comprobar el avance que la plantilla ha tenido en un mes de trabajo a las órdenes de Míchel y su cuerpo de técnicos ayudantes midiéndose a otro enemigo con el que puede compararse en proyecto y aspiraciones, que -¡ojo!- no en presupuesto.

Y además, no es un Atlético cualquiera. Podría haber sido el Atlético de Manzano y haberse asistido al, seguramente, frío recibimiento de la afición blanca al jiennense tras su paso por Nervión. Es el Atlético de Simeone y el argentino también tiene un pasado en este estadio, un pasado con literatura e ilustres compañías mundialmente reconocidas. Maradona, Bilardo, Suker, Aragonés... Curiosamente, también Monchi, segundón en aquella plantilla y ahora con bastón de mando en un club que dio a conocer en España al actual entrenador del Atlético y que tan colchonero se hizo en poco tiempo.

Lo único que le va a faltar a este Sevilla-Atlético ofrecido además en abierto por televisión es el duelo de dos de los mejores arietes de la Liga, Negredo y Falcao. En la acera rojiblanca no hay color: la baja del colombiano sólo tiene un sustituto posible, un Adrián que amagó durante la semana con convertirse en otra baja de este Atlético mermado en ataque sin Falcao, sin Diego, sin Arda Turan y sin Reyes, vendido al que será su rival hace menos de dos meses por 3,5 millones de euros.

Vayan sumando atractivos. Pocos sevillistas podían imaginarse en julio cuando Marcelino empezaba a echar a andar a su plantilla que Reyes iba a jugar este Sevilla-Atlético con la camiseta contraria al duelo que ambos equipos libraron en el Calderón hace unos meses con empate sin goles y Javi Varas y Courtois convertidos en héroes de sus equipos. Pero así son las cosas. Aquel día Manu del Moral malogró una ocasión clarísima de gol que le provocó no pocas críticas. Sin embargo, paradójicamente, Míchel puede convertirlo hoy en el recambio de Negredo mientras una parte del sevillismo -¡hay que ver lo que gusta un fichaje en esta afición!- se frota las manos pensando que Babá va a ser titular. Es el gran secreto guardado por Míchel durante esta semana, la primera en la que el ex madridista se ha sentido en su salsa en una ciudad tan dada al compadreo como Sevilla. Tiene la mosca tras la oreja con las prestaciones que puedan ofrecerle los dos hombres de la sala de máquinas, Medel y Rakitic, tras dos esfuerzos jugando con sus selecciones, pero arriba lo tiene claro: Kanoute y Reyes a fabricar juego y un punta que puede salir entre Babá y Manu con más opciones de salida, quizá por simple intuición del que firma, para el de Jaén.

El espectáculo está servido. El Sevilla va tomando la imagen que quiere su mediático entrenador y en Madrid se dan casi las mismas patadas en el culo que aquí por verlo. Es, por 10 euros, la performance (representación) de Míchel.

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