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De la decencia a la decadencia

  • El Sevilla firma una derrota decorosa que fácilmente iba a encontrar eliminándose a sí mismo en defensa por querer presionar al Barça · Las decisiones de Míchel, como alinear a Spahic, empiezan a discutirse.

En el resumen global quedará que el Sevilla firmó ante el Barça una derrota decorosa, con ocasiones de gol incluso que casi no buscó, pero analizándolo más allá de la epidermis nos encontramos con un partido con muchas cosas que discutir en cuanto al planteamiento de Míchel, un técnico que empieza a ser mirado con lupa después de que el presidente abroncara a la plantilla.

El Sevilla hizo un partido extraño, más allá de que con ese rival no es fácil que lo planteado salga bien, pero ello no debe esconder decisiones discutibles, como alinear a la fuerza a un lesionado Spahic para luego tener que agotar el tercer cambio con Cala y cerrando así la posibilidad de intentar algún movimiento en ataque (Babá, Campaña o Negredo), o alinear a demasiados futbolistas fuera de su posición natural: hasta cinco, la mitad de los diez de campo: Manu, Kanoute, Reyes, Rakitic y Luna.

Defensa

Míchel ordenó una presión muy adelantada y eso, siendo loable por el arrojo mostrado, acaba convirtiéndose en su suicidio contra un equipo que es capaz de poner el balón en la otra punta del campo en dos segundos, ya sea con dos toques o con veinticuatro a la velocidad de la luz. El madrileño, si vio cómo Marcelino logró que su equipo saliera ileso del Camp Nou, hizo justo lo contrario: salir como una moto a comerse al futbolista del Barça que tenía el balón.

Eso hacía que el rival eliminara piezas defensivas del Sevilla a gran velocidad. Al primer toque de Piqué, ya estaban fuera Manu, Kanoute y el extremo por donde saliera el balón, sobre todo cuando era el lado de Reyes. Con Rakitic ya se sabe que es jugar con uno menos cuando la posesión no se tiene y Medel protagonizaba uno de esos partidos en los que, como Don Quijote, veía gigantes en vez de molinos y arremetía contra todos. Los centrales tenían que salir y el Barça lo tenía todo hecho.

Ataque

Jesús Navas sacó partido de la presencia de Adriano en el lateral y eso -sólo con la relajación de Barça ya con el 0-2, que no se olvide- bastaba para que el Sevilla se encontrara con alguna ocasión, pero como jugó sin delantero...

Virtudes

¿La decisión de jugarle tan de tú a tú al Barça? Es opinable, pero...

Talón de aquiles

Un once tan estirado se desnivela.

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