Era un partido para percutir, para insistir, para ser aún mas pertinaz que la roca de enfrente. Un partido para tener presencia arriba, ante la ordenada acumulación de piezas defensivas. Faltó presencia en el área rival. De efectivos -Gameiro no fue suficiente- y de jugadores con cuerpo para ir a la batalla con Albentosa y Raúl Navas, algo que no tiene la plantilla de Emery. Mucho juego en la mediapunta, mucha jugada bien llevada por las bandas, pero de encontrar referentes en el área -o que entraran en ella desde la segunda línea- para dar el último paso, poquito.

Defensa

El Eibar confió su suerte en ataque a la capacidad de Piovaccari para buscarse la vida sin ayuda de nadie, ganar alguna pelea con los centrales y conectar con Arruabarrena. En la primera parte, el fornido delantero italiano olisqueó el peligro a la espalda de Aleix Vidal. Allá que se fue, arrastrando a Pareja lejos de su zona natural para, a partir de ahí, buscar un momento de debilidad y colarse hasta el área. El central argentino estuvo incómodo en esa fase. Tras el descanso, el Eibar dio dos pasos atrás y renunció, ya sin remilgos, a atacar.

Ataque

El Sevilla tiene dinamita por arriba a balón parado. Estuvo a punto de resolver el partido otra vez por esta vía gracias a Krychowiak y Mbia. Pero en jugadas, su peligro aéreo mengua hasta reducirse casi a la nada. Y el Eibar apenas sufrió cuando el Sevilla llevaba la pelota a ambas esquinas: si Aleix Vidal y Reyes (derecha), o Figueiras y Vitolo (izquierda) la colgaban, la única amenaza solía ser Gameiro (1,70 metros). Y cuando los atacantes optaban por el pase raso desde un ala, echaron en falta a un punta que se ofreciera desde el área.

Por dentro, Reyes y Banega maniobraron entre líneas, pero toda luz se apagó al mirar al área. Esa conexión no se activó. Para el Eibar fue fácil controlar a Gameiro, que funciona mejor con otro punta y que prefiere los espacios abiertos, no el juego corto. Bacca entró por Banega, pero a los 13 minutos Unai prescindió de Gameiro. Poco tiempo con dos puntas.

Virtudes

No se descompuso y el balón parado estuvo a punto de resultarle.

Talón de Aquiles

Vidal de lateral, Figueiras por la izquierda, Gameiro solo en punta... un once heterodoxo, forzado, que no cuajó.

Uno por uno

Beto Una gran parada, de agilidad y fuerza en los brazos, en el tiro de Boateng.

Aleix Vidal Aún le cuesta cuidar su espalda de lateral.

Pareja Piovaccari lo sacó a la banda derecha y ahí el central estuvo incómodo. Más tranquilo en la segunda parte.

Arribas Muy metido, a veces tanto que fue al choque en lugar de aguantar.

Figueiras El Eibar le exigió poco en defensa y allá que tiró para arriba, limitado por jugar en la banda contraria. 

Krychowiak Le cuesta darle velocidad a la circulación de la pelota. 

Mbia Tampoco ayudó a dar fluidez y llevar la pelota a las zonas más convenientes.

Reyes Ha ganado en chispa y tiene ganas. Le faltó claridad en el pase definitivo. Y gente que le se ofreciera en el área.

Banega Le falta un punto de físico para hacer lo que intenta. Jugadas que se pierden por poco.

Vitolo Algo fatigado.

Gameiro Enredado entre tanta pierna y sin espacios.

Bacca Poco tiempo con Gameiro.

Denis Suárez Conducciones que se perdieron por muy poco.

Deulofeu Golpeo a balón parado.

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