Sevilla FC

Coletazos de un viejo fantasma

  • Aquí, donde la nieve deja de ser bonita, el Sevilla ha vivido batallas para no guardar un buen recuerdo

  • Jiménez acabó en 2010 con un gafe de 17 años

Copa del Rey 2003. Jugadores rojillos celebran bajo la nevada el 2-1 en la prórroga mientras Antoñito lo lamenta.

Copa del Rey 2003. Jugadores rojillos celebran bajo la nevada el 2-1 en la prórroga mientras Antoñito lo lamenta. / álvaro barrientos / efe

Allí donde la hierba es dura como el hielo, donde en los asientos se podía encontrar un cartucho perdido desde los montes que lo rodeaban... El Sadar es un estadio durante muchos años maldito para el Sevilla, único fantasma por enterrar que se convirtió en pesadilla pese a que Osasuna fue un rival que marcó muchas cosas en los comienzos exitosos de esa historia reciente en Europa. Con el equipo rojillo se metió por primera vez en Europa (aunque fuera en Nervión) con Caparrós y también disputó unas semifinales de la UEFA con Juande.

Pero desde un zapatazo de Rafa Paz en el minuto 87 hasta que Manolo Jiménez acabó con el maleficio ganando al entonces equipo entrenado por Camacho en la 09-10 con tantos de Negredo y Kanoute han pasado muchas historias en este estadio que hoy no tendrá la nieve de aquella vibrante y bronca eliminatoria de Copa, pero que sí habrá soportado alguna helada (se esperan cero grados esta mañana en la capital navarra). Aquí, en plena guerra fría -y no tan fría- entre Aguirre y Caparrós, una pérdida de Torrado acabó en un alocado y absurdo penalti de Notario a Brit en una noche en la que un gol de Antoñito en el descuento se gritó como el de Luis Fabiano en Eindhoven y en la que cuentan que algunos jugadores no sabían que con el 2-2 de Casquero en la prórroga el Sevilla estaba clasificado.

Aquí una frivolidad de Hibic como último hombre impedía engancharse al ascenso al Sevilla de Castro Santos; aquí Paco Leal, también en Segunda, perdía la imbatibilidad de su portería tras 540 minutos sin recibir un gol; aquí Aloisi, verdugo dos temporadas seguidas, marcaba goles con la mano que subían al marcador; aquí Pérez Lasa y Muñiz Fernández eran pistoleros defendiendo su particular Saloon; aquí Dragutinovic tuvo su particular amargo debut...

Todos esos fantasmas perseguirán hoy como lo hicieron siempre al equipo que vista de blanco, que, no obstante se llevó otro triunfo en su último paso por aquí, hace tres años con goles de Jairo y Bacca.

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