El derbi sevillano

Betis-Sevilla, la previa: Morbo en estado puro

  • Betis y Sevilla se enfrentan en la penúltima jornada de Liga para que no le falte ningún aliciente emocional a la cita

  • Los béticos llegan cinco puntos arriba, aunque los blancos confían en el efecto Caparrós

Sábado 12 de mayo de 2018 y Sevilla, toda la Sevilla futbolera, se apresta a vivir, disfrutar o padecer, según los colores por los que se tuerza y el resultado final que se produzca, el derbi número 128 de los que se han disputado oficialmente entre el Real Betis Balompié y el Sevilla Fútbol Club, el Betis y el Sevilla como ha sido aquí toda la vida de Dios sin más añadidos postizos. Y si este tipo de citas de la máxima rivalidad no necesita ningún aditamento para contar con unas dosis de morbo superlativas, esta vez existe una adicional y tiene que ver con que corresponde a la penúltima jornada del campeonato liguero, la trigésima séptima.

Conviene precisar, sin embargo, que el Betis de Quique Setién prácticamente llega con los deberes hechos y con una nota alta por su balance liguero, pues confirmó su participación en las competiciones europeas con varias jornadas de antelación y ha protagonizado una extraordinaria racha en la segunda vuelta. Fue justo lo contrario que su eterno rival, ya que si los verdiblancos estuvieron ocho jornadas sin conocer la derrota, en el caso de los sevillistas fueron las mismas fechas, aunque diferente número de jornadas, las que transcurrieron sin que llegaran a disfrutar los suyos del sabor de la victoria en el campeonato liguero.

Son los vasos comunicantes que se dan en el fútbol de Sevilla y para corroborar que la teoría puede ser más cierta las dos rachas se rompieron al mismo tiempo y precisamente en la jornada en la que el Sevilla truncaba su pésimo caminar liguero un viernes contra la Real Sociedad el Betis caía en Bilbao un día después. ¿Casualidades? Sí, deben serlo, pero son hechos objetivos que se van produciendo y cada uno los puede interpretar de la forma que lo crea más conveniente.

Como, además, apenas días después el Sevilla volvió a ganarle al Real Madrid en el partido que estaba aplazado por la final de la Copa del Rey el picante del derbi se ha incrementado. Los béticos tenían 11 puntos de ventaja con 12 por disputar por parte del Sevilla hace diez días y a la cita de hoy se llega con esos cinco puntos arriba por parte de la tropa de Setién. Es evidente que la distancia sigue siendo considerable, que parece imposible que se pueda producir un vuelco en la pugna local, pero las espadas siguen estando en alto cuando casi nadie apostaba ya por ello. Un empate o una victoria local le daría al Betis no sólo la quinta o sexta plaza de manera matemática, sino también quedar ya arriba del eterno rival; un triunfo del Sevilla recortaría las diferencias a dos puntos a falta de una jornada.

Eso, que parece poco pero que en realidad es mucho, es lo que está en juego a partir de las seis y media de la tarde en el estadio Benito Villamarín. Y ya que sale a colación la hora del encuentro también se puede añadir un dato que tiene más que ver con lo exógeno que con lo endógeno. A esa hora se anuncia una temperatura de unos 25 grados con previsión de sol. Bueno, no será muy exagerada la cosa al parecer, pero a estas alturas del curso podría dejarse notar también el calor, sobre todo en el caso de un Sevilla que llega con 19 partidos oficiales más en las piernas y con una cita intersemanal el miércoles contra el Real Madrid, con el consiguiente desgaste físico añadido.

Lo que sí está garantizado es el calor ambiental del Benito Villamarín. Toda la temporada la entrada al estadio heliopolitano ha estado en torno a los 50.000 espectadores, con picos por encima de los 52.000 en las últimas jornadas y en esta ocasión no hay ningún motivo para que no se produzca un entradón de tal magnitud. Entre ellos, poco más de 500 sevillistas en la zona acotada para ellos, aunque seguramente habrá más desperdigados por las diferentes zonas del estadio.

Se van repasando diferentes circunstancias tanto clasificatorias como algo más externas a este derbi número 128 y llega el momento de ocuparse de los actores principales, de los futbolistas que vayan a saltar al césped del Benito Villamarín. Empezando por el local, con Quique Setién está garantizado el dibujo y el estilo de juego, sólo faltaría resolver alguna cuestión relacionada con los nombres de mediocampo hacia arriba. Atrás, con Pedro casi seguro al no haberse recuperado a tiempo ni Adán ni Dani Giménez, no hay ningún motivo para no pensar en ese trío de centrales capitaneados por Bartra y que completan Mandi y Amat. En los laterales estarían Barragán y Durmisi tras la lesión de Júnior. Fabián es fijo en el centro del campo junto a Javi García, presumiblemente, y desde ahí las combinaciones son múltiples y variadas. Guardado, Joaquín, Boudebouz, Sergio León, Loren y Sanabria son quienes deben optar a ocupar los tres puestos que quedarían libres en el once del entrenador cántabro.

Más cábalas se pueden hacer al tratar de meterse en la cabeza de Joaquín Caparrós para buscar las claves del equipo titular que saldrá a jugar en el Benito Villamarín. El utrerano apenas ha podido realizar un entrenamiento específico después del triunfo contra el Real Madrid, además de las correspondientes sesiones de recuperación. Fue la que tuvo lugar ayer a puerta cerrada en el Ramón Sánchez-Pizjuán y todo parece indicar que Jesús Navas no llegará a tiempo para poder participar desde el comienzo en este derbi. El palaciego está más recuperado, pero parece que sería muy arriesgado colocarlo en la alineación titular. Sí volverán al once jugadores más frescos como Banega, que descansó el miércoles para estar en plenitud de condiciones como regidor de los rojos en este derbi, Roque Mesa o Sandro.

Pero las dudas existen. ¿Renunciará Caparrós a los extremos para concentrar todo su arsenal por el medio y así hacerle daño al Betis en su principal virtud, que es la circulación del balón? ¿A qué hombres elegirá Setién para la zona de arriba después de una semana entera para preparar a tope este derbi? Habrá que esperar a una hora antes para que Álvarez Izquierdo, o sus ayudantes, soliciten a los delegados los equipos iniciales de manera definitiva y se despejen todas las incógnitas. Ambos jugarán con once, en eso no hay ni la menor duda, otra cosa es si acabarán con los mismos, pues con el juez elegido por la Federación Española no se sabe cómo acabará la cosa. Sí es seguro que la designación arbitral no sentó demasiado bien ni en un sitio ni en el otro.

Son todas las circunstancias que rodean a este derbi número 128 de los que han litigado los máximos rivales sevillanos, un choque que, no se olvide, también llega marcado por el precedente del 3-5 que se produjo el día de Reyes en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Muchas cosas que tienen que ver con el pique, el sano por supuesto, de esta ciudad en todo lo que tiene que ver con su manera de vivir el fútbol. En ese sentido, unos se aferran a la figura de Lorenzo Serra Ferrer, los otros se agarran a Joaquín Caparrós Camino. Ambos tienen el verbo fácil a la hora de tocar la fibra sensible de los suyos y decirles los que éstos quieren oír, justo al revés que el contrario. En fin, cosas del fútbol en Sevilla y que no pase de ahí, del juego y del morbo extremo, en esta penúltima jornada de la Liga 2017-18; después que el balón se encargue de darle a cada uno lo que se haya merecido.

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