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Arresto en la espesura

  • Sin Nasri ni Mariano y cansado, Sampaoli agitó y agitó al equipo... y ganó

Sevilla-Valencia

Sevilla-Valencia / Antonio Pizarro

Todo fue muy espeso ayer en Nervión. Desde las pizarras, con esas dos defensas de tres centrales y dos carrileros, hasta el pastoso tapiz, en el que al balón le costaba rodar; desde las pesadas piernas de los sevillistas, que acusaron y mucho el enorme esfuerzo ante la Juventus, hasta las pesadas piernas de los valencianistas, hoy una tropa agarrotada y a la que le cuesta desplegarse en el campo. Esa espesura que se enseñoreó del partido trabó el guión. Pero Sampaoli y también Prandelli se encargaron de agitar el juego. Probaron y variaron sus piezas en busca de la agitación. Todo acabó en un caos en el último cuarto de hora que perjudicó al Sevilla. En ese desorden y desenfreno, tiene más que perder el que domina el marcador. Pero Sergio Rico demostró que sus reflejos son prodigiosos y sacó una mano salvadora a Gayá en la última acción del encuentro. Antes, Sampaoli cambió de posición a Sarabia, Vitolo, N'Zonzi... Se trataba de mover el árbol, tener arrestos y rebelarse ante la espesura. Y volvió a salir victorioso.

La pizarra del Sevilla. La pizarra del Sevilla.

La pizarra del Sevilla. / Dpto. de Infografía

Defensa

Ante la ausencia de Mariano, Sampaoli renunció a la posibilidad de cambiar a defensa de cuatro con Mercado como lateral y mantuvo su zaga de tres centrales. De hecho, el internacional argentino incluso se situó en el perfil izquierdo. En la primera parte, el peligro se lo provocaron los propios defensas, también Sergio Rico, por sus riesgos innecesarios en el inicio de las jugadas en corto. Rami, más que ninguno. El francés regaló dos balones peligrosísimos a los atacantes valencianistas.

Los pasos adelante del Valencia con los cambios y ajustes de Prandelli no sentaron bien a la retaguardia sevillista. Escudero, que empezó el partido con problemas musculares, se quedó en la caseta en el intermedio. Sarabia pasó a la izquierda aun en defensa de cinco -acabó de lateral ante Nani-, pero entre el desgaste y la imprecisión y precipitación al salir con la pelota en las recuperaciones, con el Valencia volcado, la zaga blanca sufrió muchísimo. Todo fue caótico, desenfrenado, en el tramo final. Con Munir y Santi Mina, además de Rodrigo y Nani, enfrente.

Ataque

En la primera parte, N'Zonzi no se descolgó a pesar de tener a Kranevitter más anclado atrás. Vitolo partió desde la izquierda, pero a Escudero, renqueante, le costó desdoblarse ante esa cerrada defensa de cinco. Y Vietto estaba ante un imposible, entregado a su suerte ante tres torres. El peligro sobrevino por algún pelotazo de Pareja a Sarabia por la derecha. En la segunda parte, Vitolo partió desde la derecha y generó más peligro. Provocó el 1-0. Y aunque Kiyotake dio más fluidez por dentro con su fútbol al primer toque, no tuvo continuidad. Menos mal que en su gallarda respuesta al empate, Pareja apareció.

Virtudes

La noche estaba para el tropiezo, pero se rebeló, no paró de agitar el árbol y le cayó la fruta.

Talón de aquiles

Esas dádivas atrás...

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