Sevilla

El calor de la devoción en agosto

  • La Virgen de los Reyes protagoniza una de las procesiones más multitudinarias de los últimos años. El calor y el bochorno deparan 17 asistencias sanitarias

Procesión de la Virgen de los Reyes

Con la devoción como único argumento. Miles de personas han acompañado hoy a la Patrona de Sevilla, la Virgen de los Reyes, en su procesión anual, que ha resultado espléndida. Ha sido una de las salidas más multitudinarias que se recuerdan –un tercio más que el año pasado, según el Cecop– con todo el recorrido repleto de público, pese al calor que se dejó sentir desde primera hora de la mañana. Precisamente el calor hizo que los servicios de emergencia tuvieran que atender a varias personas por desvanecimientos, un total de 17 incidencias, según el Cecop, mucho más que otros años. El caso más grave fue el de una señora de 70 años que tuvo que ser trasladada en ambulancia desde la Plaza del Triunfo. Este suceso hizo que la procesión estuviese parada unos diez minutos mientras llegaban los sanitarios.

La procesión estuvo parada 10 minutos en la Plaza del Triunfo por una atención médica

Ése fue el único contraluz de una procesión que difícilmente se puede mejorar. En un tiempo en el que los excesos son la tónica predominante, es digno de mención cómo la de la Virgen de los Reyes es la única procesión que se mantiene fiel a sí misma. Y eso que es una procesión viva, cuya configuración actual se ha ido forjando a lo largo del siglo XX. La medida perfecta es ésta. Desde el director de la Banda Sinfónica Municipal, diputado de cruz con batuta, al particular preste de los soldados de la Fuerza Terrestre, que son los que se llevan los únicos aplausos de la mañana.

Las procesión de la Virgen de los Reyes Las procesión de la Virgen de los Reyes

Las procesión de la Virgen de los Reyes / Antonio Pizarro

Porque el silencio hondo, expresión más sincera de la devoción, es el que jalona el discurrir de la Virgen de los Reyes por las gradas bajas de la Catedral. Desde muy temprano, había devotos apostados frente a la Puerta de los Palos para cumplir con el rito de ver salir a la Patrona, momento de pedirle las tres gracias. Mientras los operarios municipales colocan las vallas en el recorrido que, todo hay que decirlo, entorpecen más que otra cosa, van llegando los peregrinos que han recorrido a pie decenas de kilómetros para postrarse a las plantas de la que también es su patrona. Son fácilmente identificables por los pañuelos que llevan al cuello y por sus indumentarias más deportivas y de colores vivos. Las zapatillas Quechua le han comido el terreno a las de esparto de toda la vida.

La compañía del Ejército arranca el único aplauso en una mañana de silencios

Las campanas de la Giralda repican cuando el día le come el terreno a la noche. Los más rezagados se sitúan en los huecos que todavía quedan libres. Son las mismas caras de todos los años. Cada uno está donde tiene que estar, donde lo llevaron de pequeño, y donde vuelve cada 15 de agosto. El estruendo que provocan las campanas despierta a los huéspedes de los establecimientos hoteleros de la calle Alemanes. Los balcones se llenan de turistas con cámara en mano.

Fugaz es el encuentro con la Virgen. A las ocho en punto ha cruzado bajo el umbral de la Puerta de los Palos y ya se aproxima a Placentines. La representación de la asociación de fieles cada año es más nutrida. En ella va Gregorio Serrano, director de la DGT y concejal popular hasta hace unos meses. Gran devoto de la Virgen, no falta nunca a la cita de cada 15 de agosto. Antes, de chaqué con la corporación y ahora como un devoto más.

Los peregrimos visten calzado deportivo y ropas de colores llamativos

Mientras la Virgen realiza la primera posa, los fieles remontan la calle Alemanes. Este año es más complicado avanzar junto al paso por este tramo, señal de una mayor afluencia de público. El sol ya baña la cara de la Patrona y hace brotar las primeras gotas de sudor en las caras. Anticipo de un día que resultó muy caluroso. El tapón que se forma en Alemanes se deshace al llegar a la Avenida. Aquí hay más espacio y el público fluye. “¿Quienes son esos que van de blanco?, pregunta un niño. El cortejo lleva un rato parado frente al Archivo de Indias. En paralelo al paso discurre el público hasta que el cajón de obras de la fachada renacentista de la Catedral y las vallas impiden que se pueda seguir avanzando. Toca dar media vuelta y buscar la Puerta de los Palos otra vez por Placentines.

La Virgen volverá a la Capilla Real el día 22 para la apertura de la urna de San Fernando

Tras el parón sobrevenido, el cortejo incrementa la velocidad en el último tramo. El paso llega a la Plaza Virgen de los Reyes cuando son las 9:20. Los tiempos se clavan. El sentido de la medida. Encuadrado en la reja, los soldados desfilan. Son las 9:30 y la Patrona, noventa minutos de fe y devoción después, ya está de nuevo en el interior de la Catedral.

Este año por las tareas de restauración que se están realizando en la urna de San Fernando, tanto la octava, que comienza mañana, como el segundo besamanos, los días 20 y 21, se celebrarán en el parroquia del Sagrario. La Virgen de los Reyes volverá a presidir la Capilla Real el día 22, cuando se abre la urna con el cuerpo incorrupto del Rey Santo.

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