La marcha atrás de la Hermandad del Prendimiento momentos antes de su entrada en carrera oficial, a causa de los informes meteorológicos con los que contaba esta cofradía, no pudo borrar la extraordinaria despedida que la barriada del Carmen le realizó.

El barrio siente como propia esta hermandad y lo mostró en la tarde del Miércoles Santo. Tras unos momentos de recogimiento de todos los componentes del cortejo -unas 250 personas- las puertas del templo se abrieron. En su interior resonaba la voz de Virginia Romero que le dedicaba una saeta al Señor del Prendimiento, cargada de emoción. Las emociones también hicieron mella en dos mujeres que, sin saberlo de antemano, fueron las encargadas de realizar las dos primeras levantás del recorrido: la miembro de la junta de gobierno, Cloti Pala y Charo López, presidenta de la Asociación de Mujeres 'Azalea'.

El extraordinario paso, calzado por 60 costaleros, comenzó su recorrido por el barrio tras una bellísima salida. El Señor pasó por Antonio Rengel, columna vertebral del barrio y donde recibió una petalada, para momentos después, alcanzar Cristóbal Colón rumbo al centro.

En el camino, la cofradía recibió el reconocimiento de representantes de las juntas de gobierno de la Lanzada y los Judíos. Con la compañía de la Asociación Musical Nuestra Señora de Valme, de Dos Hermanas, la cofradía se vio en el centro. A la altura de José Nogales sin embargo, Prendimiento decidió dar la vuelta ante lo que consideraba una alta probabilidad de verse afectada por la lluvia. Así, traspasar por Puerto y avenida de Alemania, el Prendimiento tomó su camino habitual de Cristóbal Colón e imprimió un ritmo bastante fuerte para esquivar el peligro de la lluvia. Así en unas dos horas, los costaleros, dirigidos por Antonio Fernández y Juan Manuel Maldonado, cubrieron el prolongado trayecto introduciendo al titular en el templo del Carmen.