Semana Santa

La pureza del palio de La Paz irradia la procesión

  • La cofradía recibió el reconocimiento de las hermandades del Santo Entierro y La Cinta durante su recorrido penitencial

ES una hermandad señera del Domingo de Ramos y Huelva sabe que es una de las citas ineludibles de este día. La tarde era radiante e incluso calurosa y en el interior de San Sebastián el ritmo era vertiginoso para que todo estuviera a punto en el momento en que la cruz de guía tuviera que atravesar el dintel de la puerta del templo.

Antes de que eso ocurriera, la cofradía vivió unos momentos de intimidad espiritual bajo la dirección del párroco José Antonio Omist. El sacerdote reflexionó sobre el momento que reproduce el misterio: el despojo que sufrió Cristo instantes antes de ser crucificado y la enseñanza que de ello debe sacarse para la vida cristiana. Además, se procedió a los siempre emotivos actos de las primeras levantás con los que la hermandad muestra su reconocimiento a personas que han trabajado por ella.

En el caso del paso de misterio, la invitada fue Salomé Capelo, hermana que ha trabajado muchos años al servicio, principalmente del Señor de la Victoria, como modista. Para el paso de palio, la levantá estaba reservada al bordador Rafael Infante, responsable de la saya de la Virgen de la Paz. El bellísimo palio volvió a ofrecer las imborrables imágenes de su descenso por la rampa de San Sebastián.

Una vez ya en la calle, la cofradía se adentró por Jesús de la Pasión donde fue recibida por el hermano mayor del Santo Entierro, Javier Mesa y una representación de esta cofradía del Viernes Santo quienes mostraron sus respetos y ofrecieron sendos ramos de flores a los titulares.

Se trata de una imagen hermosa la que ofrece este Domingo de Ramos y que se queda plasmada en las retinas: el Señor de la Victoria parándose delante de la puerta de la Ermita de la Soledad. Desde el exterior se puede ver al Señor Yacente en su paso y ambos misterios separados por escasos metros reflejando y transmitiendo dos momentos trascendentales de la Pasión de Cristo: los instantes anteriores a su muerte y el resultado de ésta.

Una vez ya en la Plaza de San Pedro la belleza no deja de crecer porque la céntrica plaza no hace otra cosa que dar realce estético a las cofradías. En el caso de los Mutilados esto se traduce en que el paso por San Pedro se realiza buscando La Fuente y de ahí a Quintero Báez. A partir de ahí, el recorrido es cuesta abajo con el objetivo de alcanzar el inicio de la carrera oficial. Pero antes de que eso pase, otra hermandad salió al encuentro de los penitentes de San Sebastián: la de Nuestra Señora de la Cinta. En la confluencia de La Fuente con Madreana esperaba a la comitiva una representación de la hermandad de la Patrona de los onubenses que está viviendo esta Semana Santa con especial intensidad. Las efeméride del cincuentenario del Patronazgo y el 25º aniversario de la declaración como Patrona y Protectora de las hermandades de penitencia.

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